Congreso

Moncloa ni siquiera negocia con sus socios para intentar salvar la senda de déficit y los Presupuestos

El jueves se votará en el Congreso y el Gobierno no está intentando labrar apoyos: o lo da por perdido o es una estrategia.

La portavoz del grupo parlamentario de Podemos, Ione Belarra, durante una rueda de prensa en el Congreso de los Diputados, a 25 de noviembre de 2025, en Madrid (España). 25 NOVIEMBRE 2025 Alejandro Martínez Vélez / Europa Press 25/11/2025
Ruedas de prensa de los Portavoces en el CongresoAlejandro Martínez VélezEuropa Press

Los socios del Gobierno en el Congreso no están entendiendo bien las estrategias que la Moncloa está intentando llevar a cabo para aprobar los Presupuestos. En público, el Ejecutivo asegura que está negociando, que sabe que aprobar las cuentas no será una tarea fácil, pero que lo intentará hasta el último minuto. Pero no es así y, en privado, hay socios clave que están esperando una llamada de María Jesús Montero o de Félix Bolaños, y nada, silencio.

Mañana se votará en el Congreso de los Diputados la senda de déficit, el primer paso para sacar adelante los Presupuestos. Sin embargo, diversas fuentes parlamentarias confirman que Moncloa no se ha movido ni un ápice para intentar negociar con aquellos grupos que podrían salvar la votación. Es cierto que es difícil, pero no imposible. Sin embargo, el Gobierno parece dar este asunto ya por perdido y entre los socios llama la atención la falta de movimiento. Intuyen algunas voces que Moncloa se ha instalado en una estrategia electoral y que llevan las cosas al Congreso directamente para que se las tumben.

Ayer, Ione Belarra anunció que Podemos se abstendría en la votación de este jueves y Águeda Micó, la diputada de Més-Compromís que se pasó al Grupo Mixto, dijo que no votaría a favor. Es decir, que votaría en contra o se abstendría. Aunque es verdad que lo anunciaron ayer, sus posturas eran previsibles desde hace días y fuentes de ambos partidos lamentan que nadie en el Gobierno se haya puesto en contacto con ellos para intentar labrar su apoyo. "Se comportan como si les sobraran los votos", dice una de las fuentes. Y no es así. Para nada.

Actualmente, el Gobierno cuenta con el voto en contra de PP, Vox y UPN, lo que suma un total de 171 noes. En la acera de enfrente, cuenta con 165 síes que vienen de la mayoría del bloque de investidura. Lo que no se sabe es qué pasará con la diputada de Coalición Canaria o con el voto de José Luis Ábalos, que el jueves tendrá que estar en el Tribunal Supremo, día en el que se revisará si entra en prisión o no. Salvo sorpresa, el Gobierno podría acabar con 167 síes si logra el apoyo de Coalición Canaria y si Ábalos no entra en prisión o si la votación se produce antes de su entrada y vota telemáticamente, como hace la mayoría de las veces.

Logre o no esos dos apoyos, todo vuelve a depender de los siete diputados de Junts. Aunque el partido de Carles Puigdemont todavía no ha confirmado el sentido de su voto (y seguramente no lo hará hasta la hora de la votación), se ha instalado en una posición de bloqueo a las iniciativas del Gobierno que hace descartar que vaya a aprobar la senda de déficit. Puigdemont, además, llegó a verbalizar que Pedro Sánchez no tendría presupuestos. Lo previsible es que voten en contra, pero también podrían decantarse por una abstención.

En el caso de que Junts se abstuviera, el Gobierno podría tener una oportunidad para salvar la senda de déficit si logra convencer a Águeda Micó y a Podemos para que voten a favor. Si consigue los cinco votos, hay una posibilidad de llegar a los 172 síes y firmar una victoria política muy considerable, teniendo en cuenta el bloqueo generalizado de la Cámara Baja. Pero en Moncloa ni siquiera lo están intentando.

"No están negociando nada", aseguran desde Compromís. "No entendemos bien la estrategia, será que lo dan todo por perdido y ya está", añaden. Porque no negociar la senda de déficit tiene una lectura más amplia: al no abordar el primer paso, parece que el Gobierno también da por perdidos los Presupuestos.

Desde Podemos confirman que con ellos tampoco se está negociando nada para intentar salvar la senda de déficit y sospechan que el Gobierno se ha instalado en una estrategia electoral que consiste en "llevar las cosas a votación para perderlas". Así, creen, el Gobierno se carga de argumentario y puede acusar a otras formaciones de tumbar unas cuentas que son buenas para el país. Es la estrategia que, más o menos, siguió Sánchez en 2019.

Las fuentes moradas aseguran que no ven esa estrategia sólo en los Presupuestos, sino también en otras leyes como la del alquiler de temporada. Se trata de una iniciativa que ha estado bloqueada por el rechazo de Junts y el Congreso la acaba de desbloquear a pesar de que no hay signos de que Junts vaya a apoyarla ahora. "Están en campaña electoral", interpreta la fuente.

A pesar de esta falta total de negociación, la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, aseguró ayer en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros todo lo contrario. Dijo que había podido "escuchar la opinión y la manifestación que ya han trasladado distintos grupos políticos (en referencia a Podemos y Compromís, sobre la senda de déficit) y es posible que esta senda no salga adelante, pero nosotros hasta el último momento vamos a seguir trabajando y dialogando con todas las distintas fuerzas parlamentarias". De momento, ese diálogo no se está produciendo.

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