Crisis institucional

El presidente polaco veta el cese del fiscal nacional

Tusk convoca elecciones locales y regionales para el 7 y el 21 de abril

Warsaw (Poland), 03/01/2024.- Polish Prime Minister Donald Tusk speaks during a press conference after a meeting of his cabinet at the PM's Office in Warsaw, Poland, 03 January 2024. Prime Minister Tusk announced that after the next cabinet meeting the government will present information on financial abuse in public institutions by the former ruling party, which he described as 'hair-raising'. (Polonia, Varsovia) EFE/EPA/PAWEL SUPERNAK POLAND OUT
El primer ministro polaco, el proeuropeo Donald TuskPAWEL SUPERNAKAgencia EFE

El presidente de Polonia, Andrzej Duda, ha rechazado este lunes el cese del hasta ahora fiscal nacional del país, Dariusz Barski, una polémica decisión que dificulta los intentos del nuevo primer ministro, Donald Tusk, para sacar adelante una reforma del Poder Judicial.

Barski, que era el fiscal de mayor rango por detrás del fiscal general de Polonia, Adam Bodnar, había sido cesado el viernes después de que el Ministerio de Justicia presentara una ley para reformar el mecanismo de elección de los jueces polacos, un primer paso por restaurar la independencia judicial ante las numerosas críticas vertidas contra Polonia a nivel internacional.

No obstante, Duda no ha dado el visto bueno a la destitución del fiscal, que fue nombrado por el predecesor de Tusk, Mateusz Morawiecki, también del partido Ley y Justicia (PiS). Así, ha defendido que Barski "sigue en el cargo", según un comunicado difundido a través de sus redes sociales.

Así, ha recalcado que "todas las acciones tomadas por el Ministerio de Justicia son ilegales" antes de reunirse con Tusk, al que ha pedido "restituir" la situación "de acuerdo con la ley". "Hemos hablado de asuntos muy importantes para Polonia", ha aseverado antes de matizar que "no se consultó con él la decisión" de cesar al fiscal.

"No se ha llevado a cabo procedimiento legal alguno al respecto, esto quiero recalcarlo. No ha habido consulta de ningún tipo", ha aseverado, según informaciones recogidas por el diario 'Rzeczpospolita'.

En este sentido, ha matizado que la legislación polaca establece que el cese del fiscal nacional únicamente puede realizarse después de que el primer ministro consulte su salida con el presidente del país, si bien ha advertido de que esta consulta "no se ha producido".

Es por ello que ha afirmado que la carta enviada por Bodnar "carece de valor legal". "Si eso es así, cualquier funcionario podría enviar una letra similar al fiscal general", ha expresado antes de recalcar que "no cabe duda de que se ha producido una violación de la ley".

Esto supone un recrudecimiento de la tensión a nivel interno en relación con el Estado de Derecho en Polonia, donde el Gobierno de Tusk, proeuropeo, busca desmantelar los ocho años de Gobierno nacionalista del PiS.

En medio de la crisis institucional, Tusk anunció este lunes que las elecciones locales y regionales se celebrarán el 7 y el 21 de abril.

En declaraciones previas a una reunión de ministros en Varsovia, el primer ministro confirmó que ha enviado el calendario a la Comisión Electoral, y se mostró confiado en que "abril será un buen mes para el autogobierno de los polacos", en referencia a un pacto impulsado por él en 2022 para potenciar la autonomía de los gobiernos locales.

Las elecciones locales y regionales estaban programadas para 2023, pero fueron pospuestas por decisión del anterior Gobierno conservador que, con el respaldo del presidente polaco adoptó esa decisión cuando las encuestas electorales le eran adversas.

En noviembre de 2022, cuando se certificó el cambio en el calendario electoral, la oposición criticó al Gobierno y al presidente por lo que calificaron de intento de ganar tiempo y tratar de mitigar el efecto negativo del mal resultado que temían obtener en los comicios generales del 15 de octubre de 2023.

En esos comicios, el Gobierno conservador fue derrotado por la mayoría absoluta que obtuvo la coalición centro-liberal liderada por Tusk, una alianza cuyos socios ostentan el poder en la mayoría de las regiones y grandes ayuntamientos del país.

Una plataforma de alcaldes de toda Polonia que agrupa a las 15 principales ciudades del país suscribió en 2022 un compromiso para pedir la descentralización del poder en áreas como la Educación, Medio Ambiente o Sanidad, en contraposición a la política ejercida por el Gobierno anterior, que otorgaba al Estado la mayor parte de las competencias.

Los líderes de los partidos que forman la coalición gobernante, y cuya ideología va de la izquierda moderada a los demócratas cristianos, no han aclarado si concurrirán de manera conjunta a las elecciones locales y regionales, tal como hicieron en las generales.

Sin embargo, algunos de ellos ya han manifestado su preferencia por presentarse de manera independiente