
Sahel
Primera gran derrota del Africa Corps en Mali tras la salida del Grupo Wagner
La gran variedad de frentes a los que se enfrentan la junta militar maliense y sus aliados rusos hacen temer un deterioro aún mayor de la situación

Una semana después de que el Grupo Wagner abandonara Mali oficialmente, su sustituto, Africa Corps, sufrió su primera derrota significativa en el país africano. Una semana después de que Wagner abandonara (rodeados de críticas por su escaso impacto en la lucha antiterrorista), un año después de que sus antecesores fueran masacrados en la localidad de Tinzawaten, junto a la frontera argelina. Casi dos años después de ese momento tan importante para la presencia rusa en Mali, cuando los mercenarios de la famosa compañía alzaron su enseña en el castillo de Kidal, bastión y capital histórica del independentismo de Azawad.
La primera (gran) derrota de la fuerza rusa en Mali tuvo lugar este viernes. En las primeras horas de la mañana, cuentas afines al Frente de Liberación de Azawad (como @BayeAg1) indicaron que estaba teniendo lugar un importante enfrentamiento entre los rebeldes y miembros del Africa Corps. A lo largo de la mañana se conoció que un helicóptero de combate de tipo Mil Mi-24 había sido abatido por combatientes de Azawad entre las localidades de Tessalit y Aguelhok. Pocas horas después, los rebeldes compartieron una serie de vídeos donde podían apreciarse cadáveres abandonados de operativos rusos y malienses, así como vehículos blindados igualmente abandonados.
En un comunicado emitido al término de la jornada, anunciaron que el ataque formaba parte de una ofensiva orquestada contra una columna conjunta de Africa Corps y FAMA que actuaba en la región de Gao. Aseguraron haber eliminado a “decenas” de “mercenarios del Africa Corps”; destruido 21 vehículos militares, entre los que se encontrarían “blindados, camiones de transporte y pick-ups del ejército”; citaban a continuación el material incautado tras la huida de las fuerzas gubernamentales. Del lado de Azawad, informaron de dos muertos, siete heridos y dos vehículos incendiados.
Concluía el comunicado con un mensaje contundente: que “las acciones continuarán hasta la liberación total del territorio de Azawad y como defensa del pueblo de Azawad frente a los abusos recurrentes perpetrados por las fuerzas de ocupación malienses y sus aliados extranjeros”.
Como ya se ha informado en repetidas ocasiones en LA RAZÓN, los mecanismos de desinformación y de propaganda en el Sahel llegan a límites descarados. Hasta el punto de que la realidad de uno de los bandos es absolutamente opuesta con respecto a la del contrario. Porque las fuerzas armadas malienses también publicaron su propio comunicado en la tarde del viernes, donde se lee lo siguiente:
“Al amanecer del 13 de junio, pocas horas después de este enfrentamiento, el mismo convoy logístico fue atacado en la misma zona. Sin embargo, la emboscada no sorprendió a las FAMa: una rápida respuesta, con apoyo aéreo, destruyó varios vehículos enemigos y neutralizó a sus ocupantes, infligiendo así una segunda derrota al enemigo en menos de 24 horas. Actualmente, la situación está completamente bajo control. El convoy continúa su avance hacia Aguelhoc, fortalecido por el éxito táctico de la operación. El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas reconoce la valentía, el profesionalismo y la resiliencia de los soldados que participan en esta crucial misión. Su compromiso inquebrantable es el sello distintivo de un ejército unido y decidido”.
Los vídeos compartidos por los rebeldes de Azawad, sumados a declaraciones en cuentas de Telegram afiliadas a Africa Corps, sin embargo, destapan la versión del gobierno maliense (que no viene acompañada de ninguna prueba). Los vídeos compartidos por los rebeldes, que hasta la fecha no habían sido publicados, muestran imágenes que se presumen recientes. Las grabaciones posteriores al combate coinciden además con el tipo de terreno y paisaje donde se habría abatido el helicóptero Mil Mi-24, lo que otorga mayor verosimilitud a su relato. Aunque no existe verificación independiente de estos materiales, la ausencia de pruebas equivalentes por parte del gobierno maliense deja en entredicho su versión, basada únicamente en un comunicado sin imágenes de apoyo.
Hace meses que la situación de seguridad en Mali se ha agravado de forma notoria. Durante la semana pasada, miembros del JNIM penetraron brevemente en la ciudad de Tombuctú, antes de ser rechazados. El 4 de junio, el grupo terrorista se atribuyó la autoría de un atentado ocurrido en la localidad de Mamaribougou, a escasos kilómetros de la capital maliense; se han producido también ataques recientes en Dioura, Mahou y Tessit. La gran variedad de frentes a los que se enfrenta la junta militar maliense y sus aliados rusos (rebeldes y terroristas islámicos), situados en la práctica totalidad de su territorio, hacen temer un deterioro aún mayor de la situación.
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