Último adiós en Newtown
¿Puede superarse?
El colegio y el hogar son sitios seguros para los niños, pues pueden predecir, saber lo que va a ocurrir, por eso no tienen ansiedad. El hecho de que ocurriera algo así les deja una huella; inevitablemente sufrirán un trauma, pues ha cambiado su manera de percibir su entorno. Si no están seguros en el colegio, pueden pensar que no están seguros en ningún sitio. Como la carga emocional es muy elevada, lo que deja es un trastorno de estrés postraumático. La parte más emocional del estrés postraumático incluye la verbalización, llegar a hablar de ello de la forma más natural posible. En cuanto al conductual, hay que intentar hacerles ver que las situaciones vuelven a ser seguras para ellos, que no pasa nada, y poco a poco, con el tiempo lo superarán. Pero es ese choque emocional el que hará que tengan pesadillas durante meses. En el caso de la niña pequeña de 6 años que ha sobrevivido, se preguntará por qué ella no se ha ido, se preguntará por qué mis compañeros se han ido y yo me he quedado. Y hasta tendrá cierta culpabilidad, aunque ésta sea más propia de los adultos. Además, habrá que tener cuidado a su alrededor, para que no escuche «podría pasar otra vez» o «hay que estar alerta».
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