Putin asegura que solo habrá paz cuando Ucrania se rinda

El presidente ruso, Vladimir Putin, volvía a aparecer ante las cámaras para responder a las preguntas de sus compatriotas en un formato televisivo que él mismo ideó y popularizó años atrás. Esta vez, el mandatario retomaba el contacto tras la ausencia del año pasado, prometiendo responder a todas las preguntas formuladas tanto por gente de la calle como por medios nacionales e internacionales.

No defraudó. Putin abrió las opacas ventanas del Kremlin para dar algún que otro jugoso titular. El líder ruso empezó recordando que la «operación militar especial» lanzada por él en febrero del año pasado sigue su curso y cosechando éxitos, tras el «fracaso» de la contraofensiva ucraniana. El objetivo sigue siendo el mismo, «desnazificar y desmilitarizar» a sus vecinos, precisamente para salvaguardar «la soberanía de Rusia». Moscú no puede permitir que Ucrania se convierta en un enemigo a las puertas, por lo que seguirá su campaña militar para evitar que el gobierno de Kyiv entre en la OTAN.

Putin ha lamentado la situación actual afirmando que «los rusos y los ucranianos son esencialmente un solo pueblo. Y lo que está sucediendo ahora es una enorme tragedia, similar a una guerra civil entre hermanos». El final de la guerra puede estar cerca si continúa el avance ruso, aunque pudo haber terminado el año pasado, según Putin. «Durante las negociaciones en Estambul los acordamos, pero luego arrojaron estos acuerdos por la borda», reiterando el mandatario ruso que «habrá paz cuando logremos nuestros objetivos. No han cambiado».

Putin dio algunos detalles del desarrollo de la ofensiva, afirmando que «casi a lo largo de toda la línea de contacto, nuestras Fuerzas Armadas, están mejorando su posición. Casi todos se encuentran en una etapa activa de acción. La posición de nuestras tropas está mejorando en todo momento». Tal es la importancia de los avances que el presidente ruso ha descartado nuevas movilizaciones de la población.

Según Putin, actualmente se encuentran combatiendo en Ucrania un total de 617.000 militares rusos, muchos de ellos de manera voluntaria, algo que garantiza la continuidad de la campaña a medio plazo, teniendo en cuenta que cada día alrededor de 1.500 rusos firman un contrato con el ejército de su país.

La diferencia entre Rusia y Ucrania para el presidente Putin es que sus vecinos del oeste no disponen de medios y han confiado todo su potencial a la ayuda que les llega desde Occidente y «que se está agotando». «Hoy Ucrania no produce casi nada [de armas]. Intentan conservar algo, pero no producen casi nada. Lo consiguen todo, perdón los malos modales, gratis. Pero estos obsequios se pueden terminar cualquier día. Y, aparentemente, se están acabando», aseguró.

El líder ruso tiene claro que el final de la guerra no supondrá un punto y aparte en la vida de su país, garantizando la formación de sus ciudadanos en materias relacionadas con la identidad nacional o el patriotismo.

En otro orden de cosas, el jefe del Kremlin también fue preguntado por temas tan distintos como la economía del país, la inteligencia artificial o la llegada al poder en Argentina de Javier Milei. El país sudamericano se encontraba en proceso de adhesión al BRICS, algo que ha frenado el nuevo presidente. Putin criticó que la «estricta vinculación de la moneda nacional al dólar amenaza con graves consecuencias socioeconómicas». Respecto a la decisión del Comité Olímpico Internacional de autorizar a deportistas rusos y bielorrusos a participar en competiciones internacionales bajo bandera neutral, Putin ha declarado que «si los responsables del deporte internacional siguen actuando de la misma forma enterrarán el movimiento olímpico». Aprovechó la intervención para darse un baño de masas.