Tercera visita
Zelenski insta a EE UU a desbloquear los fondos para Ucrania
Legisladores republicanos condicionan la entrega de 60.000 millones a la seguridad de la frontera con México
El tiempo juega en contra para Volodimir Zelenski, quien ayer visitó por tercera vez Washington en busca de más apoyo económico para Ucrania. La invasión rusa cumple 657 días y la inminente llegada del invierno podría ofrecer al agresor una victoria prematura. Ese escenario es el que el líder ucraniano intenta evitar con el favor estadounidense, o al menos ganar el tiempo necesario para reorganizar la estrategia de combate. Mientras el mandatario volaba para atender citas en el Capitolio y la Casa Blanca, el Kremlin lanzaba unos ocho misiles balísticos contra Kyiv.
Pero hasta primera hora, varios senadores republicanos seguían bloqueando la aprobación de un paquete de 60.000 millones de dólares que Joe Biden intenta sacar adelante en el Legislativo antes del receso de Navidad. La estrategia opositora ha sido posponer esas conversaciones hasta enero.
En un último intento por alterar la balanza de las probabilidades antes de su reunión con su homólogo estadounidense en la Casa Blanca, Zelensky se dirigió primero al Senado. El líder de la mayoría demócrata, Chuck Schumer, aseguró al término del encuentro que Zelenski «dejó claro, y todos dejamos claro, que si perdemos, Putin gana, y esto será muy, muy peligroso para Estados Unidos», dijo.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, manifestó después de reunirse con Zelenski que cualquier ayuda a Kyiv debe ir acompañada de seguridad fronteriza. «Estas son nuestras condiciones porque son las condiciones del pueblo estadounidense», dijo. El líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell, se hizo eco de Schumer en la necesidad de la financiación urgente para Ucrania, pero aun así insistió en que fuera parte de un paquete más amplio que incluya cambios en la política de seguridad fronteriza. «He sido un firme partidario de la lucha de Ucrania para recuperar su tierra, liberar a su pueblo y restaurar su apoyo, restaurar su soberanía desde el comienzo de la invasión rusa. La causa de nuestros amigos ucranianos es justo, y si Occidente continúa apoyándolos, pueden ganar», manifestó McConnell tras el encuentro con Zelenski.
La ayuda que pide Biden es parte de un paquete de gastos suplementarios de más de 100.000 millones que ha enfrentado múltiples obstáculos en el Congreso. El punto de quiebre está en que los republicanos de la Cámara quieren separar la financiación para Israel en un proyecto de ley a parte, mientras que los republicanos en ambas Cámaras exigen una amplia reforma migratoria como condición para aprobar la financiación a Ucrania. Hoy, voces conservadoras en EE UU la llegada masiva de personas desde América Latina a la frontera con México como uno de los principales temas de cara a las presidenciales de 2024. Si nada cambia, lo más probable es que Biden, quien busca la reelección, y el expresidente Donald Trump, primero en los sondeos en la oposición, se disputen la Casa Blanca con ese asunto como uno de los temas de fondo.
Pero la enemistad no se siente sólo en Washington. Previo a este viaje de Zelenski a la capital estadounidense, «The Washington Post» había publicado que crecían las divisiones políticas internas en Kyiv, e incluso hablaba el diario de «temores sobre posibles brechas entre funcionarios que anteriormente mantenían una apariencia pública de unidad», explicaban.
Como antesala a la visita de Zelenski, también estuvo la llegada de una delegación de altos funcionarios ucranianos a Washington para «suplicar» por más financiamiento tanto para el Ejército como para el presupuesto nacional, llamados que parecen haber pasado desapercibidos, ya que, una vez más, los republicanos del Senado bloquearon la ayuda propuesta.
En declaraciones a LA RAZÓN, el experto en temas militares Evan Ellis dijo que «en EE UU hay quienes quieren dibujar la diferencia entre aprobar los miles de millones en ayuda para Ucrania antes de fin de año y hacerlo en enero como algo cosmético, cuando en realidad el ‘timing’ es crítico».
Con esta premisa concuerda la parlamentaria ucraniana Oleksandra Ustinova, que había explicado que si ese dinero no llega, Kyiv podría «no poder pagar salarios básicos a médicos, bomberos y otros». Y continuó con un diario estadounidense: «Literalmente será un gran problema porque si no sobrevivimos como Estado, no podemos ganar una guerra».
Como contrapartida y anticipando el difícil clima en el Capitolio, la semana pasada el Departamento de Estado anunció una ayuda adicional de 175 millones de dólares en asistencia de seguridad a Ucrania, incluyendo municiones y defensa aérea para afrontar el duro invierno.
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