Diplomacia
Por qué China considera a España uno de sus mejores socios en Occidente
Pekín sitúa su relación con España "a la vanguardia" entre todas las potencias europeas
Pekín ha dicho este martes que la relación bilateral con España se encuentra “a la vanguardia” de sus vínculos con los países europeos. Aunque nuestro país no tiene el peso político ni económico de Alemania o Francia, China nos ve como un aliado fiable. Como señala el ex embajador español en Pekín Eugenio Bregolat, la potencia asiática ve en nuestro país una cultura de proyección universal al tener uno de los tres idiomas más hablados del mundo, y una conexión privilegiada con América Latina, una región de gran interés para China.
Históricamente, España ha tenido vínculos cercanos con China, una relación que se remonta al siglo XVI, con el galeón de Manila español que traía productos de Asia a Europa. Además, durante los siglos XVI al XVIII, la plata española, especialmente los reales de a ocho (también conocidos como "pesos españoles"), fue muy valorada en China y jugó un papel crucial en el comercio global. Cabe recordar que a diferencia de otros países europeos, como Reino Unido y Francia, España no participó en las dos Guerra del Opio (1838-1860), consideradas en Pekín como uno de los episodios más oscuros de su historia contemporánea.
España reconoció oficialmente a la República Popular China en 1973, al final del franquismo, y se adelantó a muchos otros países europeos occidentales. Este reconocimiento sentó las bases para una relación diplomática amistosa alejada de las tensiones propias de la Guerra Fría de ese momento. Desde entonces, China ha mantenido una buena sintonía con todos los gobiernos españoles, ya sea con Felipe González, José María Aznar, Rodríguez Zapatero (que hizo cuatro viajes oficiales al país asiático) o Mariano Rajoy.
La política exterior de España es vista en China con buenos ojos, ya que se considera que nuestro país es menos intervencionista y más dialogante. . No lidera críticas ni bloqueos, lo que es muy valorado por el gobierno chino. Madrid no ha adoptado posturas especialmente duras hacia China ni en temas espinosos como la independencia de Taiwán o el Tíbet. Tras la matanza de Tiananmen, el gobierno socialista de Felipe González optó por el mantenimiento de la cooperación económica y desde la presidencia rotatoria semestral de la CEE, España destacó por su actitud compresiva ante el momento tan delicadi que atravesaba Pekín. El régimen chino valora positivamente esta actitud considerada en Pekín como equilibrada y pragmática, centrada en el multilateralismo y la cooperación.
Una de las figuras más relevantes de España en China ha sido Juan Antonio Samaranch, que siempre fue favorable a la celebración de los Juegos Olímpicos en el país más poblado del planeta. En una encuesta en la que se preguntaba quién era el extranjero que de forma desinteresada más había ayudado a China, Samaranch salió el tercero
Desde el año 2000, el comercio bilateral ha crecido de forma notable ya que España es considerada como una puerta de entrada al mercado europeo, por lo que ha invertido en infraestructuras logísticas clave. Uno de los apoyos más importantes a Pekín se lo proporcionó Pedro Sánchez en septiembre del año pasado, cuando el presidente español sugirió a la Unión Europea reconsiderar su postura sobre los aranceles al coche eléctrico chino.
En el terreno cultural, las relaciones también han ido a más. Destaca en 2006 la inauguración por parte de los Príncipes de Asturias del Instituto Cervantes en Pekín, que se ha convertido en uno de los más activos del mundo. Además, cada vez más estudiantes chinos eligen España como destino por la calidad de su sistema universitario y por el atractivo del idioma español. La cultura española (gastronomía, fútbol, arte, historia) tiene muy buena imagen en China, con un gran interés por figuras como Cervantes, Picasso, Gaudí o el Real Madrid.
En 2018, el presidente chino Xi Jinping visitó España, en una de las pocas visitas de Estado realizadas a Europa. En esa ocasión se firmaron acuerdos de cooperación en transporte, comercio y cultura. Ambos países mantienen un "asociación estratégica integral", una fórmula diplomática que China reserva para sus relaciones más importantes y estables, de la que se cumplen ahora veinte años. Xi, además, ha pernoctado tres veces en los últimos años en las islas Canarias como base para sus escalas cuando ha viajado a Latinoamérica.
No es extraño que el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Lin Jian, destaque que “España es un socio importante de China dentro de la Unión Europea. Ambas partes se han adherido de forma constante a los principios de respeto mutuo, confianza recíproca y beneficio compartido”.
Será la tercera vez que Xi reciba a Sánchez en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín, tras sus reuniones en marzo de 2023 y en septiembre de 2024, esta última centrada en asuntos comerciales en medio de la tensión arancelaria entre China y la Unión Europea. La visita se enmarca en un contexto de creciente incertidumbre internacional, marcado por la guerra comercial impulsada por el presidente estadounidense, Donald Trump, cuyos nuevos aranceles a productos chinos han provocado una fuerte respuesta de Pekín y un impacto directo en los mercados globales.