Terrorismo yihadista
Reino Unido ultima un nuevo plan contra el yihadismo
El Gobierno británico anunció ayer la puesta en marcha de un comité especial para gestionar casos de extremismo y radicalización, a raíz del asesinato a machetazos el pasado miércoles de un soldado a manos de dos hombres que invocaban a Alá. El Ejecutivo de David Cameron confirmó que este nuevo grupo, que incorporará a personal de los servicios de inteligencia y responsables policiales cuando sea necesario, se centrará en clérigos radicales cuyo objetivo sea reclutar a potenciales miembros en cárceles, colegios, facultades y mezquitas.
Tanto Michael Adebolajo, de 28 años, como Michael Adebowale, de 22 –los dos sospechosos del atentado- son británicos y procedían de familias cristianas, pero se radicalizaron al llegar a la adolescencia, influidos por grupos de clérigos radicales en el este de Londres.
Adebolajo, por ejemplo, era asiduo a la reuniones de Al-Muhajiroun, organización que fue ilegalizada en 2005, tras los atentados del 7 de Julio. Su fundador, Sheikh Omar Bakri Mohamed, que tiene prohibida la entrada en el Reino Unido y que actualmente vive en el Líbano, dijo que podía comprender los sentimientos de rabia que motivaron el asesinato del soldado y señaló que este tipo de acciones podían ser consideradas actos de heroicidad en otras partes del mundo.
Con este comité especial, el Gobierno quiere hacer un seguimiento de las tendencias en radicalización, como "discursos venenosos"de clérigos extremistas. El grupo, que se reunirá previsiblemente en las próximas semanas, incluirá al viceprimer ministro británico, Nick Clegg; la ministra de Interior, Theresa May; el titular de Finanzas, George Osborne, y otros ministros del Gabinete de Cameron, además del comisario de la Policía Metropolitana de Londres, Sir Bernard Hogan-Howe, y Andrew Parker, director general del servicio de seguridad.
Downing Street precisó que se centrará en medidas prácticas en lugar de debates teóricos sobre valores culturales y examinará qué poderes pueden ejecutarse para zanjar actividades extremistas.
Por su parte, la responsable del Interior recalcó ayer que miles de ciudadanos corren el riesgo de ser "potencialmente"radicalizados en el Reino Unido. En una entrevista concedida a la BBC, May dijo que esas personas expuestas a influencias radicales están "en diferentes puntos del camino que podría llevarles al extremismo violento".
En este sentido, admitió que el Gobierno tiene que "revisar los poderes y las leyes"que pueden aplicarse en este tipo de situaciones, además de reglas más estrictas sobre los proveedores de servicios de Internet.
Más de 500 policías y agentes de seguridad trabajan actualmente investigando el atentado del miércoles y, según la ministra, "todos los indicadores"del "horrible asesinato"apuntan a que el ataque fue un incidente aislado y no formó parte de una operación más amplia.
A pesar de que el Gobierno keniano había negado anteriormente que uno de los dos presuntos asesinos, Adebolajo, hubiera siquiera visitado el país africano, el ministerio de Asuntos Exteriores confirmó ayer que fue detenido en 2010 en Kenia y que se le suministró asistencia consular "como es normal"en esas circunstancias.
Según la BBC, el joven de 28 años compareció ante un tribunal keniano acusado de liderar a un grupo de islamistas que intentaba unirse al grupo terrorista Al Shabab en Somalia.
Tal y como informó el Número 10, el primer ministro británico, David Cameron, "continúa al mando"de las operaciones desde Ibiza, donde pasa una semana de vacaciones junto con su familia. Algunos medios de comunicación han criticado que el premier abandone el país al poco de haberse producido en Londres el brutal ataque al militar, lo que ha hecho temer por posibles divisiones entre las comunidades y represalias contra musulmanes.
Antes incluso del atentado, el líder conservador no gozaba de especial popularidad debido a divisiones internas en su partido con asuntos relaciones con la UE y el matrimonio homosexual.
En medio de la psicosis que se vive en la ciudad, un joven fue apuñalado ayer en el barrio londinense de Woolwich, apenas a 300 metros de donde fue asesinado el militar Lee Rigby. La Policía confirmó, sin embargo, que hubiera conexión entre ambos casos.
Ya son nueve los detenidos por el asesinato
La Policía detuvo ayer en el norte de Londres a otro individuo por su presunta implicación en el asesinato del militar Lee Rigby, asesinado el miércoles a machetazos por dos islamistas. Scotland Yard confirmó que la detención se realizó sin abrir fuego. «Un hombre de 22 años ha sido arrestado por agentes del Comando Antiterrorista de la Policía Metropolitana que investigan el asesinato. El hombre ha sido arrestado por conspiración por asesinato por detectives que han contado con el apoyo de agentes expertos en armas de fuego». Con esta detención ya son siete los arrestados en relación con la muerte de Lee Rigby junto a los autores del brutal suceso, Michael Adebolajo y Michael Adebowale.
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