Defensa
El revés de la Fuerza Aérea que obliga a EEUU a crear su nueva superarma: así es Vectis, el caza invisible para frenar a China
La división Skunk Works de Lockheed Martin presenta su nuevo dron de combate furtivo, Vectis, un 'compañero' para cazas de última generación que nace tras un sonoro revés de la Fuerza Aérea de Estados Unidos
Ni siquiera un gigante como Skunk Works, la mítica división de proyectos avanzados de Lockheed Martin, es inmune al rechazo. La Fuerza Aérea de Estados Unidos desestimó su primera propuesta para el programa de Aviones de Combate Colaborativos (CCA) por una razón tan terrenal como contundente: era demasiado cara. Este revés ha supuesto un punto de inflexión para la compañía, que se ha visto obligada a replantear su estrategia para no quedarse descolgada en la carrera por desarrollar los cazas del futuro. Esta carrera tecnológica es cada vez más intensa, sobre todo considerando que China podría tomar la delantera en la obtención de aviones de sexta generación según los últimos análisis.
Sin embargo, lejos de retirarse de la competición, la respuesta de la firma estadounidense ha llegado en forma de un nuevo prototipo: el Vectis. Este dron de combate furtivo no es solo un nuevo aparato, sino una respuesta estratégica de Lockheed Martin para volver a entrar en la pugna por un contrato de enorme envergadura. El objetivo es claro: presentar una alternativa más asequible y versátil que corrija los errores del pasado y demuestre su capacidad de adaptación.
De hecho, todo el desarrollo del Vectis se articula en torno a una filosofía de diseño flexible, tal y como han publicado en The War Zone, bajo un marco que la compañía denomina «Agile Drone Framework». Este enfoque prioriza la modularidad y los sistemas abiertos, lo que permitiría no solo a las distintas ramas del ejército estadounidense, sino también a sus aliados internacionales, integrar sus propias tecnologías con una facilidad sin precedentes.
Diseñado para la guerra del mañana: un copiloto sin piloto
En este sentido, el diseño exterior del Vectis delata su principal obsesión: la discreción. La aeronave presenta una distintiva ala en forma de lambda y carece de cola, una configuración que busca minimizar su firma de radar. A esto se suma una entrada de aire en la parte superior del fuselaje con un conducto en forma de S, una solución de ingeniería pensada para ocultar las aspas del motor y reducir su huella térmica, dificultando así su detección en territorio hostil.
Por otro lado, su función en el campo de batalla es la de actuar como un «compañero de ala» fiable y reutilizable. Concebido para volar junto a cazas tripulados de quinta y sexta generación, como el F-22 o el F-35, su misión es multiplicar las capacidades operativas del conjunto. Este dron, más pequeño que un F-16 pero más grande que otros prototipos de la compañía, podrá asumir desde misiones de combate aire-aire hasta complejas tareas de vigilancia e inteligencia, operando siempre a velocidades subsónicas y desde pistas convencionales. Este enfoque colaborativo es fundamental, especialmente ahora que Lockheed Martin ha logrado entregar todos los F-35 que tenía acumulados, permitiendo avanzar en la integración de nuevas capacidades.
Con todo, las aspiraciones de Skunk Works están puestas en la segunda fase del programa CCA, conocida como Increment 2, donde el Vectis se posiciona como un candidato sólido. La compañía se muestra optimista y ha anunciado su intención de tener un prototipo en vuelo en dos años, una declaración de intenciones que demuestra su determinación por liderar el futuro del combate aéreo no tripulado.