Política

Catástrofe en Asia

«Rezamos para que el tifón que llega hoy no traiga vientos tan terribles»

«Rezamos para que el tifón que llega hoy no traiga vientos tan terribles»
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MADRID– Las últimas informaciones sobre Filipinas son alarmantes. Todo el mundo está pendiente de lo que ocurre en su país. ¿Qué datos maneja?

–Todos estamos muy pendientes y esperando novedades en cada instante. Ahora lo prioritario es la ayuda humanitaria, porque muchas ciudades han quedado en ruinas, sobre todo Tacloban, donde no hay ningún edificio que no haya sido dañado por el tifón. Así que seguimos esperando noticias. Muchísima gente ha perdido su casa y ha tenido que emigrar a otras ciudades. Otros siguen a la espera de información sobre su familia porque no saben si han muerto o no. Es una gran catástrofe de la que aún no hay datos definitivos.

–El acceso a la ayuda humanitaria se ha complicado. ¿Ha habido fallos en la gestión de la crisis por parte del Gobierno filipino y de las autoridades locales?

–Creo que se han tomado las decisiones adecuadas. Nadie esperaba que la fuerza del tifón fuera tan grande. Tampoco considero que los materiales de construcción hayan sido decisivos, ya que muchas de las casas que han sido destruidas eran de cemento y incluso sus tejados volaban por los aires. La fuerza del agua era impresionante. No sé qué más pudo hacerse por evitarlo. Muchas autoridades también han sido afectadas por el ciclón. Aún así, comprendo que haya muchos ciudadanos que estén impacientes.

–Esa impaciencia es la que ha ocasionado disturbios en las zonas más afectadas. ¿Temen ciudades sin ley?

–No puedo negar que ha habido algún problema, sobre todo durante las primeras horas, pero ahora la situación empieza a normalizarse una vez que los primeros aviones con ayuda humanitaria están llegando a las zonas afectadas. Más que con esos problemas, me gustaría quedarme con el espíritu de solidaridad de los filipinos en esta tragedia. Todos están ayudando mucho a los más necesitados.

–Filipinas ha decretado el estado de catástrofe, ¿cuáles son las prioridades ahora?

–Hay que ser sinceros, la situación es muy crítica. Los filipinos necesitan agua, comida, sábanas, almohadas, cosas que están empezando a llegar. Hasta ahora las comunicaciones estaban cortadas y los accesos, destruidos. Cuando el tifón estaba azotando la zona, los aviones y los barcos de rescate no podían llegar a las áreas devastadas. Además, sólo se puede trabajar durante el día, que es cuando hay mayor visibilidad.

–La población filipina es muy joven, por lo que el número de niños desaparecidos podría ser muy elevado...

–Así es. Hay muchos menores que están siendo atendidos. Tenga en cuenta que los damnificados son más de 4,5 millones, entre los cuales hay más de 1,5 millones de menores. Los niños supervivientes están siendo llevados a refugios y se quedarán allí hasta tener noticias sobre sus familiares, porque muchos de ellos no saben dónde están. No dispongo de cifras definitivas, pero muchos de ellos han sido arrastrados por las fuertes corrientes de agua. La atención a los menores es prioritaria.

–¿Cuál es la situación de los turistas?

–Hemos tenido noticias de alguno de ellos asegurando que están bien. Además, me consta que varios se han apuntado como voluntarios en las tareas de ayuda a la población afectada. Tenga en cuenta que se han destruido negocios, parques, residencias...

–Un nuevo tifón está llegando ahora al archipiélago, ¿se prevé que sea tan agresivo como «Yolanda»?

–Rezamos por que no traiga vientos tan potentes porque sus efectos serían más terribles aún. Imagínese un tifón como «Yolanda» ahora, con las calles repletas de escombros y acero. Provocaría un daño terrible y las consecuencias serían mucho más duras.

–¿Cómo valora el apoyo de España en esta catástrofe?

–Estamos realmente agradecidos tanto al Gobierno como a los Reyes. Ayer tuve la oportunidad de coincidir con la Reina y con el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, y me han transmitido su apoyo y su simpatía. Me comunicaron que enviarán dos aviones con agua, medicamentos, material para hospitales... Estamos en permanente contacto con las autoridades españolas.