Hizbulá responde a un ataque israelí en el sur de Líbano con una andanada de 40 cohetes

Un bombardeo israelí en Meiss El Jabal, una aldea en el sur de Líbano, ha causado la muerte de «cuatro personas de una misma familia», según la agencia de noticias libanesa, que identificó a las víctimas como un hombre, una mujer y sus hijos de 12 y 21 años. Otras dos personas habrían resultado heridas en el mismo ataque. Una fuente de seguridad libanesa citada por AFP confirmó que la ofensiva de la aviación israelí había matado a «cuatro civiles», aunque el jefe de la municipalidad de Meiss El Jabal, Abdelmoneim Shukair, hablaba horas antes de tres víctimas mortales.

Hizbulá anunció que habían tomado represalias por el «horrible crimen que el enemigo israelí cometió en Meiss El Jabal». En un comunicado, el partido-milicia chií libanés presumió de haber disparado «docenas de cohetes Katyusha y Falaq» contra la localidad de Kiryat Shmona, en el norte de Israel, y contra tropas y vehículos del Ejército israelí al otro lado de la frontera.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han identificado «unos 40 cohetes» cruzando desde Líbano, «algunos de los cuales fueron interceptados». El Ejército israelí todavía no ha comunicado si se han producido víctimas mortales o daños materiales.

Israel y Hizbulá, respaldado por Irán, han intercambiado fuego transfronterizo con regularidad desde que el ataque sin precedentes de Hamás del pasado 7 de octubre desencadenara la guerra en Gaza. Hizbulá insiste en que solo un alto el fuego en la Franja pondrá fin a sus ataques contra Israel, unos ataques que, según la milicia proiraní, son en apoyo de los gazatíes y de su aliado Hamás.

Los combates se han intensificado en las últimas semanas, con ataques israelíes más profundos en territorio libanés, mientras que Hizbulá ha intensificado sus ataques con misiles y aviones no tripulados contra posiciones militares en el norte de Israel. Estados Unidos y Francia vienen realizando esfuerzos diplomáticos para calmar las tensiones en la frontera entre Líbano e Israel, sin éxito.

En el país de los cedros, al menos 390 personas han muerto en casi siete meses de violencia transfronteriza, la mayoría militantes, pero también más de 70 civiles, según el recuento de la agencia France-Press. Israel, por su parte, cifra en 11 soldados y nueve civiles el número de víctimas mortales en su lado de la frontera. Decenas de miles de personas han sido desplazadas en ambos lados.