Delito fiscal

SAC Capital se declara inocente de fraude por uso de información privilegiada

El fondo de alto riesgo SAC Capital, propiedad del inversor Steven Cohen, se declaró hoy inocente ante un tribunal de Nueva York de los cinco cargos de los que se le acusa por un multimillonario fraude por uso de información privilegiada.

El fondo de alto riesgo SAC Capital, propiedad del inversor Steven Cohen, se declaró hoy inocente ante un tribunal de Nueva York de los cinco cargos de los que se le acusa por un multimillonario fraude por uso de información privilegiada.

Durante una vista de unos 20 minutos en el tribunal del Distrito Sur de Nueva York, los abogados de la compañía anunciaron la declaración ante la jueza Laura Taylor Swain y rehusaron después responder a las preguntas de la prensa sobre si evalúan negociar un acuerdo extrajudicial.

Hoy se estableció, además, un periodo de 60 días para que la Fiscalía lleve a cabo una investigación que incluirá el análisis de correos electrónicos y grabaciones de llamadas telefónicas, así como entrevistas a exempleados de SAC Capital y a algunas de las compañías involucradas en las operaciones.

Ayer, la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York informó de una demanda por la vía penal contra el conocido fondo de alto riesgo por haber permitido un fraude de "cientos de millones de dólares"que habría sido "generalizado y a una escala sin precedentes en la industria de los fondos de alto riesgo".

La demanda no acusa personalmente a Cohen, pero supone un duro golpe para el conocido inversor y coleccionista de arte, propietario único de ese fondo especulativo que fundó con su propio dinero hace dos décadas y que ahora gestiona más de 14.000 millones de dólares.

En todo caso, el inversor, que cuenta con una fortuna de casi 9.000 millones, ya fue objeto la semana pasada de una acusación civil por parte de la Comisión del Mercado de Valores de EEUU (SEC, por sus siglas en inglés) que quiere impedir que pueda volver a dirigir un fondo de inversión.

La querella de la Fiscalía fue resultado de una larga investigación que se ha saldado ya con un total de ocho acusados, que habrían utilizado datos confidenciales de empresas cotizadas para realizar operaciones en bolsa con las que obtuvieron beneficios ilícitos o evitaron pérdidas a SAC Capital.

Además, la firma acordó con la SEC en marzo pasado pagar una multa de 615 millones de dólares por los delitos cometidos por sus empleados, la más cuantiosa por un fraude de este tipo en la historia de Wall Street.

El fondo sigue operando puesto que sus activos no han sido congelados, si bien se ha interpuesto una demanda civil paralela en la que SAC Capital también afronta cargos de lavado de dinero y con la que se pretende incautar bienes por los beneficios ilícitos, aunque no se ha detallado todavía el monto.

Según el diario The Wall Street Journal, que cita fuentes cercanas a la investigación, la incautación podría alcanzar los 10.000 millones de dólares, lo que probablemente significaría el fin de unos de los fondos de alto riesgo más reconocidos del mundo.