Brasil

Se acabó la fiesta

La Razón
La RazónLa Razón

- ¿Cree que finalmente habrá un «impeachment» para la presidenta de Brasil?

–Brasil teme el bochorno que puede significar el «impeachment» a Dilma, pero salvarla sólo por evitar esa situación debilitará a un país que creía ser mucho más de lo que es. Una acción de la Justicia que no sancione a los políticos como lo ha hecho con los empresarios mostrará su debilidad y sometimiento a ellos. Ésa es la gran encrucijada brasileña. Ser un país serio o dejar caer todas sus máscaras.

- ¿Hay un elemento común en las protestas en países como Brasil, Ecuador, Venezuela?

–El populismo es hijo de la abundancia. Hay un frenazo grande en la demanda de materias primas en el mundo, con lo cual los países gestionados con estos criterios han quedado severamente golpeados y son víctimas de la insatisfacción que antes era cubierta por una política de dispendio, fruto de la abundancia. La corrupción conocida pero tolerada en esas circunstancias es hoy duramente cuestionada y criticada en las calles con manifestaciones.

- ¿Qué horizonte se cierne sobre Latinoamérica?

–La situación se irá agravando muchó más, de tal forma que la región empezará a reencontrarse con sus viejos fantasmas, lo que llevará a una situación de desilusión y rechazo mayor.

- ¿Qué país muestra un mayor riesgo de confrontación social?

–Es indudable que Venezuela es el que demuestra mayor debilidad. Añadiría Brasil y, en menor grado, México, que pareciera, como los colombianos, haberse acostumbrado a la violencia. En cuanto a Colombia, creo que puede darnos una gran sorpresa en ese territorio difícil y complejo que ha sido el de la paz.

* Experto en gobernabilidad y transparencia. Preguntas Goyo G. Maestro