Steve Clemons: «Trump sigue un estilo autocrático que tiende a la confrontación»

Steve Clemons, editor de la revista 'The Atlantic' y director de AtlanticLIVE asegura que con Donald Trump van a ser tiempos muy difíciles para Estados Unidos.

Steve Clemons, editor de la revista 'The Atlantic' y director de AtlanticLIVE asegura que van a ser tiempos muy difíciles para Estados Unidos. Clemons reconoce que a pesar de que las tres primeras semanas del presidente de EE UU han sido muy polémicas, “Trump es impopular, pero mucho más lo es Washington”. A este prestigioso periodista le preocupa que “todas las protestas que ha habido desde que asumió el poder (tanto las de las mujeres como en los aeropuertos) se ven por parte de su equipo como que están haciendo un buen trabajo, que van por el buen camino. Les validan”. Sobre el veto musulmán y el modo de gobernar del mandatario charló ayer con LA RAZÓN durante su estancia en Madrid.

–Todo apunta a que el veto musulmán terminará en el Tribunal Supremo, ¿esta corte tradicionalmente apoya o se pone del lado del presidente de EE UU?

–No necesariamente. La judicatura es un un órgano completamente independiente del Gobierno. Lo interesante es que normalmente está formada por nueve jueces, pero tras la muerte de Scalia, hay ocho. Trump ha nominado a una nueva persona, pero todavía tiene que ser confirmado por el Senado. Por lo que si la batalla legal continúa en el Tribunal Supremo habrá cuatro jueces que probablemente respalden el veto musulmán y cuatro que no. Se quedará atrapado ahí y se producirá un voto para desempatar en el que probablemente se haga caso a la sentencia de la corte de apelaciones. Tácticamente, para ganar, Trump tendría que esperar a que su juez sea confirmado y así tener cinco votos conservadores. No está garantizado, pues no sabemos exactamente qué votará cada uno, pero se sabe que la corte está dividida en este momento.

–Con todos los ataques al juez James Robart, apuntándole incluso si pasa algo «malo» en el país, ¿los jueces no desaprobarán a Trump?

–Por supuesto que ha enojado a mucha gente al atacar a una parte del Gobierno de EE UU y culpándoles. A muchos les asusta, porque nunca habíamos tenido, en la historia moderna del país, a un presidente tan irrespetuoso con un alto magistrado. Pero eso no significa que el resto de la judicatura le importe. Simplemente que el comportamiento de Trump es inusual. Lo cierto es que es algo típico de él, Trump hostiga a todo aquel que se le oponga. Asimismo, los jueces del Tribunal Supremo son vitalicios, y no le tienen miedo.

––El equipo de Trump defiende el veto porque para ellos no es una cuestión de fe, ni religiosa, sino de terrorismo. La seguridad preocupa mucho a los estadounidenses, ¿no cree que esa baza juega a su favor?

–Una parte de la sociedad está preocupada por la seguridad, no importa de dónde venga, sean musulmanes o no. Técnicamente no es un «veto musulmán», pero sabemos que Trump le pidió a Giuliani: «¿Cómo hacer un veto musulmán legal?» y Stephen Bannon y otros de su equipo hablaron de ello antes de la elección. Sus simpatizantes, la mayoría blancos, de clase media baja, enfadados con el rumbo del país, lo llaman «veto musulmán». Sin ir más lejos, el hijo de Michael Flynn (Consejero de Seguridad Nacional de Trump): “Make America Great Again! #Muslimban” . Es decir hashtag veto musulmán. En suma, técnicamente, no lo es, pero es percibido por sus votantes como tal.

–Usted a dijo ayer, durante el debate del Instituto Elcano , que Trump debía ser tomado en serio. Lo cierto es que muchos lo comparan con un payaso o un chiste y sin embargo tiene mucho respaldo en EE UU y mucho poder...

–No es una broma. Pienso que todos los que están involucrados en política o legislación, deben asumir que no se puede dar nada por sentado. Que todo lo que se pensaba que era normal en Educación, Economía, Exteriores... todo va a ser litigado, habrá luchas cuerpo a cuerpo sobre cualquier asunto. Creo que van a ser tiempos difíciles porque el estilo de Trump es muy autocrático. Él da órdenes y espera todos las sigan. No es como el ex presidente Barack Obama que daba pie al debate. Él demoniza y critica a sus opositores. Los medios nos tenemos que acostumbrar a ello y ser muy precisos en cómo informamos. No se pueden hacer chapucerías, porque él tiene un equipo detrás que quiere que Trump logre más poder aún. Y es malo para la salud de la democracia y un peor ejemplo para el resto del mundo. Necesitamos, a nivel nacional, demostrar que tenemos la habilidad de contener su poder presidencial. No significa que nos deshagamos de él, sino que el sistema de equilibrio de poderes funciona. Y los jueces tienen que ser jueces, los periodistas, periodistas y los legisladores, legisladores y no sus abanderados. Por ejemplo, para el veto migratoria la Casa Blanca ha usado a trabajadores de la Cámara de Representantes . Esto no se hace, son poderes distintos del Gobierno. Y ellos no avisaron a sus superiores, por lo que deberían ser despedidos y la Casa Blanca, penalizada.

–Además, en tres semanas que lleva al frente, él está legislando mediante decretos, sin debates ni consenso. ¿Qué le parece?

–Algo que resulta muy controvertido, pues cuando Obama lo hizo, tanto demócratas como republicanos criticaron al presidente. Ahora, nadie critica a Trump. Está gobernando a golpe de decreto. Va a ser interesante ver cómo cambia de un modo de legislar a otro.