Londres

Sturgeon amenaza a May con la independencia

La líder separatista «explora» opciones para permanecer en el mercado único

La Razón
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La ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, echó ayer más leña al fuego independentista al señalar que, si finalmente convoca otro referéndum separatista, «no será por mala fe», sino debido a «la pura intransigencia por parte del Gobierno británico». «No es demasiado tarde para que el Ejecutivo central cambie el curso de las cosas, aunque el tiempo se acaba», advirtió ayer en una carta en «The Times». La misiva se publicó tan sólo un día después de que el mismo rotativo se hiciera eco del nerviosismo que existe en Downing Street ante la posibilidad de que la nacionalista cumpla finalmente sus amenazas cuando Theresa May solicite de manera oficial el divorcio a Bruselas. La «premier» tiene previsto activar el artículo 50 del Tratado de Lisboa a mediados de marzo coincidiendo con la conferencia del Partido Nacionalista Escocés (SNP).

En la carta, Sturgeon señala que «aún no se ha tomado ninguna decisión al respecto», pero el tono no es precisamente amigable, ya que, a su parecer, pese a sus esfuerzos por «explorar» otras opciones para proteger el lugar de Escocia en el seno de la Unión Europea, el Gobierno central no muestra «ninguna evidencia de que esté dispuesto a comprometerse» y en su lugar realiza «acusaciones infundadas».

Por otra parte, la nacionalista recuerda que en el referéndum de independencia de 2014, una de las razones principales por la que los escoceses abogaron por la permanencia en Reino Unido fue precisamente para no poner en peligro su pertenencia a la Unión Europea. «Sin embargo –matiza– dos años después de que se nos dijera que rechazar la independencia salvaguardaría nuestra adhesión al bloque comunitario, nos enfrentamos ahora al Brexit y también a la salida del mercado único». Asegura además que, si finalmente convoca otro plebiscito, «las amenazas ridículas de una frontera y el fin del comercio de Escocia con el resto de Reino Unido sonarán aún más huecas cuando con Irlanda se esfuerzan en asegurar lo contrario».

Se trata de un argumento importante teniendo en cuenta que las amenazas escocesas coinciden con la crisis que se vive en Irlanda del Norte, donde mañana se celebran elecciones anticipadas después de que el viceministro principal, Martin McGuinness, anunciara su dimisión en protesta por la gestión de un supuesto caso de corrupción en la política de energías alternativas del Ejecutivo. Tras el Acuerdo de Paz, se formó un Gobierno de coalición de católicos y protestantes, pero ahora, tras el Brexit, los católicos también abogan por una «consulta fronteriza para sondear la opinión pública».

Sturgeon asegura que tiene un «mandato irrebatible» para convocar una segunda consulta. No tendría problemas en conseguir el apoyo de Holyrood a su plan separatista. Su partido cuenta con 63 de los 129 escaños, pero contaría con el apoyo de los Verdes, que tienen seis asientos. Constitucionalmente, Londres se podría oponer a una segunda consulta independentista, pero la negativa podría generar una crisis política aún mayor.