Trágico «Dorado»

- A pesar de lo duro del trayecto y la posibilidad de morir en el camino, ¿a los inmigrantes les sigue compensado intentar llegar a Europa?

–La mayoría de los refugiados que llegan a Grecia o Italia y siguen su camino hacia otros países, principalmente Austria, Alemania y Suecia, tienen familiares que ya se encuentran en el lugar de destino. En sus países se encuentran en una situación de desesperación, de hambre y de inseguridad, por lo que la mayoría afirma que cualquier cosa es mejor que lo que tienen ahora.

- Ante el aumento de las situaciones dramáticas provocadas por la avalancha de refugiados e inmigrantes en Europa, ¿cómo puede presionarse a los Estados miembros para que tomen una solución conjunta a la crisis y cumplan con los compromisos?

–Todas las crisis que en este momento hay abiertas en el mundo en relación a los movimientos migratorios (en centroamérica, EE UU-México, jóvenes centroamericanos en Texas, en África, Asia...) sabemos que no se pueden resolver primordial y exclusivamente a través de los medios policiales y militares. Son problemas sociales y esto requiere replantearse medidas políticas. Por ejemplo, Reino Unido debería cumplir con sus deberes de ofrecer asilo a los que lo pidan y revisar cada caso individualmente. Tanto Reino Unido como otros países que son reticentes a estas políticas se han comprometido en este aspecto con la ONU y su Comisario Alto de Refugiados.

- ¿Considera que el sistema de cuotas sería eficiente? ¿Es un reparto justo entre los Estados miembros?

–Los deberes y derechos de los que piden asilo y protección de refugiados no se deben mezclar con consideraciones demográficas y de mercado de trabajo de los países receptores. Una quinta parte de los refugiados que llegan a Alemania, por ejemplo, son académicos, profesionales cualificados, los cuales llegan a Europa huyendo de conflictos abiertos, como pueden ser Siria o Irak. En Alemania, los niveles de educación se cambiaron y aumentaron profundamente durante los últimos veinte años. Por este motivo, ha surgido una fuerte discriminación, y no sólo en Alemania sino en toda Europa, hacia, por ejemplo, la población rumana. En este caso, se mezcla el bajo nivel educativo de estos ciudadanos con su marginación en los mercados de trabajo lo que se traduce en un racismo étnico.

- La imagen de ciudadanos europeos xenófobos que asaltan campamentos de refugiados se ha repetido en los últimos días. ¿Está aumentando este sentimiento en Europa?

–En Alemania, donde se han producido los principales altercados, hay cientos de voluntarios y decenas de organizaciones de la sociedad civil que ayudan a los inmigrantes con clases de alemán, distribución de ropa de segunda mano y trámites burocráticos. Pero también hay grupos minoritarios ultraderechistas y neonazis, sobre todo en regiones donde casi no hay extranjeros (la parte oriental, la vieja RDA). En muchos países Europeos, hay grupos y partidos de derecha nacionalista que son fuertes, por lo tanto, es una cuestión compleja. El futuro de esta situación está abierto y depende de la cantidad y estructura de refugiados, de políticas nacionales y de acuerdos conjuntos a través de los cuales los países miembros acepten para compartir la gestión de esta crisis.

* Profesor experto en movimientos migratorios en la Universidad Ruhr de Bochum, Alemania