Reino Unido
Trump alaba la buena relación con Londres tras humillar a May
En una entrevista, advirtió que la propuesta de la «premier» para el Brexit mataría un acuerdo comercial con EEUU
En una entrevista, advirtió que la propuesta de la «premier» para el Brexit mataría un acuerdo comercial con EEUU.
Cuando Donald Trump ganó las elecciones, habló por teléfono con nueve líderes mundiales antes que con Theresa May. Aquello causó gran revuelo. Intentó calmar los ánimos asegurando luego que la «premier» sería su «Maggie», pero poco o nada tiene que ver la química personal entre Margaret Thacher y Ronald Reagan con la que mantienen los actuales mandatarios. El inquilino de la Casa Blanca insistió ayer que la histórica relación especial con Reino Unido se encuentra «en su nivel más alto». Por su parte, con el Brexit, Downing Street quiere estrechar más que nunca sus lazos con el otro lado del Atlántico. Con todo, el primer viaje oficial del norteamericano a suelo británico ha estado cargado de polémica.
El número 10 había diseñado un plan para que nadie se saliera del guión establecido. Pero Trump pasó cual apisonadora por cada uno de los frenes abiertos que tiene May, cuyo liderazgo cada vez está más cuestionado por la crisis de Gobierno que están creando las complejas negociaciones del Brexit. En este sentido, aunque es inusual que un mandatario se pronuncie sobre los asuntos internos de otro país, Trump no tuvo ningún reparo en criticar el talón de Aquiles de su anfitriona.
En una incendiara entrevista a «The Sun», el millonario puso en duda que el Brexit que May está negociando sea por el que votaron los británicos, acusó a la líder «tory» de ignorar sus consejos y dejó en el aire el pacto comercial bilateral que Londres busca tras su salida de la UE. Por si esto no fuera poco, también tuvo palabras para Boris Johnson, el gran enemigo de la «premier». El que fuera ministro de Exteriores dimitió a principios de esta semana al no compartir la estrategia negociadora del Brexit que plantea la líder «tory», quien apuesta por una salida suave que pasa por crear «un área de libre comercio para bienes», con equivalencia normativa y un «dispositivo facilitado de aduanas».
La salida de Johnson ha supuesto un claro desafío a su liderazgo, pero en medio de la batalla interna Trump aseguró que «podría ser un gran primer ministro». «Creo que tiene Boris Johnson lo que se necesita y es un tipo muy talentoso», matizó. En definitiva, los titulares fueron el gran regalo de aniversario para la británica, que ayer cumplía dos años en Downing Street.
El texto causó gran controversia aunque en la rueda de prensa conjunta que ambos mandatarios ofrecieron por la tarde en Chequers –en todo momento se quiso evitar Londres por las protestas–,Trump recurrió a su «modus operandi» culpando a la Prensa de todo. Pese a que «The Sun» publicó en su web varios audios de la entrevista, el norteamericano acusó al tabloide de «fake news» al no haber resaltado todos los comentarios positivos que había hecho sobre la «premier». «Esta increíble mujer aquí está haciendo un trabajo fantástico, un gran trabajo», señaló. «Es una negociadora dura, determinada y capaz. Prefiero tenerla como amiga que como enemiga», matizó el presidente, que de nuevo se negó a contestar a la CNN.
El inquilino de la Casa Blanca explicó que no había dado «consejos» a la «premier» sobre cómo negociar el Brexit, sino que simplemente le había «sugerido ideas que quizá más adelante pueda llevar a cabo», aunque las calificó de «brutales». «Creo que el Brexit es una oportunidad increíble», manifestó. En este sentido, aseguró que tanto el triunfo del divorcio del bloque como su victoria se debían al problema de la inmigración, un fenómeno, dijo, «muy negativo». «Decir algo así no es que sea muy políticamente correcto, pero lo digo en voz muy alta: creo que la inmigración está cambiando la cultura y la seguridad. Mirad lo que está pasando a estos países que hasta ahora no habían tenido ningún problema. Es una lástima, pero no creo que sea bueno para Europa, ni para mi país».
En cuanto a las relaciones comerciales, recalcó que para su Gobierno «estará bien» lo que haga el Ejecutivo británico, aunque aseguró que «lo único importante» es que los dos países «puedan comerciar» después de la salida de Reino Unido del bloque en 2019. Durante la rueda de prensa Trump dijo que las relaciones con Londres se encontraban «al más alto nivel especial» y que estos dos días «había conocido más a la 'premier' que en los últimos dos años». En todo caso, no se sonrojó al repetir sus simpatías por Johnson. «Es muy majo conmigo. Ha dicho cosas muy buenas de mí como presidente. Creo que opina que estoy haciendo un gran trabajo. Estoy haciendo un gran trabajo, se lo puedo asegurar. Creo que sería un gran primer ministro», manifesto ante su anfitriona.
Por su parte, May dijo que estaba negociando «el tipo de Brexit por el que han votado los británicos» y que el Libro Blanco presentado oficialmente el pasado jueves a Bruselas plantea la «plataforma» para conseguir un buen acuerdo comercial tanto con Estados Unidos como con la UE.
Posteriormente, el presidente y su mujer, Melania, se desplazaron al castillo de Windsor, condado de Berkshire, donde se encontraron para tomar un té con la reina Isabel II, a pesar de que la monarca no era la principal anfitriona al no tratarse de visita de Estado. A diferencia de sus predecesores, Trump no se dirigió al Parlamento, ya que el propio presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, aseguró que no se había ganado tal honor. El norteamericano tampoco se reunió con ningún líder de la oposición. Trump y Melania volaron por la noche a Escocia, donde también se esperan numerosas protestas en Glasgow y Edimburgo, en un tramo de la visita que se considera privado y en el que se prevé que el presidente visite sus campos de golf en la región donde nació su madre.
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