Estados Unidos
Turquía declara la guerra al EI
Turquía abrirá sus bases aéreas a los aviones de los países de la coalición liderada por EEUU contra la organización yihadista Estado Islámico (EI), confirmó hoy el Ministerio de Asuntos Exteriores turco en un comunicado.
Tres cazas F-16 ejecutaron ayer el primer bombardeo acometido por Turquía contra posiciones del Estado Islámico (EI) en Siria. La breve operación, que duró aproximadamente una hora, se inició cuando los aviones de combate despegaron pasada la medianoche del viernes de la base aérea de Diyarbarkir, en el sureste del país. Cuatro bombas guiadas permitieron al Ejército turco alcanzar dos centros de operaciones y un puesto de reunión de los terroristas, según un comunicado de las Fuerzas Aéreas en el que se anunciaron los detalles de la incursión. El diario local «Hürriyet» publicó que no menos de 35 yihadistas perdieron la vida en el bombardeo sobre el distrito de Al Bab, al norte de Siria.
La acometida turca podría ser el comienzo de una operación más amplia para poner cerco al EI en los enclaves que controla en la frontera. El primer ministro, Ahmet Davutoglu, aseguró que la intervención de las Fuerzas Armadas fue un éxito: «Las operaciones contra el EI han logrado su objetivo y no se detendrán (...). Hemos estado observando actividad en Siria y en la frontera en todo momento. Turquía mostrará la reacción más firme al más mínimo movimiento que constituya una amenaza», remarcó, añadiendo que si bien los cazas turcos no violaron el espacio aéreo sirio, contemplarían hacerlo en caso de que fuese necesario. Con la misma contundencia se manifestó el presidente, Recep Tayyip Erdogan, precisando que los «grupos terroristas» deben abandonar las armas o enfrentarse a las consecuencias de no hacerlo. Las operaciones de ayer, aseveró, no son más que «el primer paso» en los combates contra el EI.
Estados Unidos llevaba meses tratando de convencer a Turquía, miembro de la OTAN, de que se subiera al barco de la coalición contra el EI. Bajo las directrices de Washington, la alianza que ofrece asistencia a combatientes sobre el terreno se halla conformada por alrededor de 60 países y cuenta con la activa participación de Francia, Alemania, Canadá, Jordania y varios Estados del Golfo, entre otros. Ankara ha dado ahora un giro radical en su política, en respuesta a una serie de actos violentos que han comenzado a poner en serio riesgo su seguridad nacional. El pasado lunes, 32 jóvenes que planeaban participar en la reconstrucción de la localidad siria de Kobani fueron asesinados en un atentado suicida. Tres días después, un suboficial y dos sargentos del Ejército fallecieron en la provincia de Kilis por disparos de militantes del EI que los atacaron desde una furgoneta al otro lado de la frontera. En represalia, los militares bombardearon varias posiciones de los yihadistas con tanques y morteros y las autoridades convocaron una reunión de urgencia en la que se dio luz verde a la operación, que ha proseguido esta madrugada.
A las acciones en Siria se sumaron las emprendidas en territorio turco. La agencia estatal Anadolu informó de la participación de unos 5.000 policías en una amplia campaña de arrestos contra extremistas, que incluían supuestos integrantes del EI y del PKK, la milicia kurda tachada por Ankara de grupo terrorista. También fueron cazados por las fuerzas de seguridad diversos miembros del grupo izquierdista DHKP-C, en una serie de redadas que se saldaron con la muerte de una de sus militantes. El líder del Ejecutivo afirmó que entre los 300 detenidos se encontraban 37 ciudadanos extranjeros, aunque sin ofrecer más detalles sobre sus nacionalidades. Según la citada agencia, entre los apresados se encontraría Halis Bayuncuk, hombre anteriormente vinculado a Al Qaeda de quien se sospecha ha colaborado en labores de reclutamiento de yihadistas como líder del EI. Algunos medios indican que las fuerzas aéreas turcas también han bombardeado posiciones del PKK en el norte de Irak.
«Esto no es una cosa de una tarde que luego se acaba. Esta noche se ha convertido en un punto de partida muy importante», dijo también Erdogan en referencia a la operación policial. A nadie se le escapa el deseo del presidente de aplacar las aspiraciones independentistas de los kurdos, que se han convertido en la principal fuerza de resistencia contra las huestes del califato en Irak y Siria. El Ejecutivo turco ha seguido con desasosiego el avance de las tropas kurdas en el país vecino y éstas han acusado a las autoridades de apoyar tácitamente a los terroristas. Desde el Partido Democrático de los Pueblos arguyen que Erdogan intenta «obstruir» los progresos de los soldados kurdos y sostiene que «el objetivo real de las operaciones no es el EI, sino la oposición democrática».
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