Oriente Medio
Ultimátum de EE UU a Israel para permitir la entrada de ayuda a Gaza
Biden da un mes de plazo a Netanyahu para aliviar la situación humanitaria de la Franja o dejará de enviar armas a Tel Aviv
El Ejército israelí informó este miércoles que permitió la entrada de 50 camiones con ayuda humanitaria en el norte de Gaza, “por orden del Gobierno”.
“Cincuenta camiones que transportaban ayuda humanitaria –incluyendo alimentos, agua, suministros médicos y equipos de refugio proporcionados por Jordania– fueron transferidos hoy al norte de Gaza a través del cruce del Puente Allenby y el cruce de Erez Oeste como parte de nuestro compromiso de entregar ayuda humanitaria a Gaza”, detalló un comunicado de COGAT, el organismo del Ministerio de Defensa israelí que supervisa la actividad en Cisjordania y Gaza. COGAT añadió que “continuará facilitando la entrada de ayuda humanitaria a Gaza”.
Esta declaración se produce después de que una carta del Secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, y el Secretario de Defensa, Lloyd Austin, advirtiera al ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, y al ministro de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer, en una amenaza muy infrecuente en el tono y la exigencia, que Israel tiene un mes para implementar mejoras significativas en la situación humanitaria en Gaza, de lo contrario, esto tendría consecuencias, posiblemente también la suspensión de venta de armas. La misiva señaló asimismo que la asistencia humanitaria que ingresa a la Franja ha caído en picado en los últimos meses.
“El problema de las municiones de Israel es grave”, afirmó Dana Stroul, ex funcionaria de defensa estadounidense, al Financial Times esta semana. Stroul explicó que si Irán responde a un previsto ataque israelí, “y Hizbulá también se suma, las defensas aéreas de Israel se verán sometidas a un gran esfuerzo”.
Israel, que está en medio de un conflicto bélico contra Hamás en Gaza y contra Hizbulá en El Líbano que ya dura un año, y se prepara para una posible escalada violenta con Irán, es posible que tenga que empezar a decidir cuáles son sus objetivos de defensa prioritarios.
Un ataque aéreo israelí mató a Ahmad Kahil, alcalde de Nabatiyeh, una ciudad del sur del Líbano, y al menos a otros cinco funcionarios del gobierno local después de que impactara la sede municipal.
El ataque a generó temores de que Israel esté ampliando su campaña contra la organización chiíta Hizbulá para incluir también oficinas gubernamentales y funcionarios.
El ataque, en el que resultaron heridas 43 personas, también sugirió que entre los objetivos israelíes se encuentra ahora Amal, un relevante partido político chiíta aliado a Hizbulá.
El primer ministro interino de Líbano, Najib Mikati, condenó el ataque, que, según explicó, sorprendió a los funcionarios de Nabatiyeh mientras estaban reunidos tratando los esfuerzos de socorro en la ciudad.
Mikati acusó a la comunidad internacional de estar "deliberadamente en silencio" sobre los ataques israelíes que han matado civiles y herido a las fuerzas de paz de la ONU.
La portavocía de las FDI volvió a decir que antes del ataque, cuyo objetivo era un almacén subterráneo de armas de Hizbulá, “se tomaron muchas medidas para reducir la posibilidad de dañar a civiles, incluidas advertencias anticipadas a la población de la zona”.
Desde prinicpios de octubre las fuerzas israelíes han intensificado su campaña contra Hizbulá, destruyendo edificios y casas de aldeas del sur del Líbano, donde el Ejército israelí asegura con fotos y vídeos que eran almacenes de armas y lanzaderas de misiles, y también atacando el suburbio Dahia del sur de Beirut, donde Hizbulá tenía su sede. Las Fuerzas de Defensa de Israel están en el emepeño de diezmar el liderazgo de la organización proiraní, docenas de comandantes han sido asesinados, incluído su secretario general, Hasan Nasrala.
Las autoridades libanesas informan que los bombardeos israelíes desde el 8 de octubre, cuando Hizbulá comenzó a atacar Israel, han acabado con la vida de más de 2.300 personas y herido a casi 11.000. Las mayores bajas se han producido principalmente en las últimas tres semanas.
Según la ONU, Israel ha ordenado a más de 1.2 millones de personas, de un total de 5.8, que abandonen sus viviendas y barrios en el sur del país del cedro en las últimas dos semanas, cuando comenzó sus “incursiones limitadas” que tienen como objetivos erradicar a los combatientes de Hizbulá. La organización se ha hecho fuerte en el sur de Líbano desde hace más de 15 años, construyendo túneles, almacenando armas y entrenando a sus combatientes.
Como en la mayor parte del sur del Líbano, Israel había pedido a los residentes de Nabatiyeh que se fueran el 3 de octubre, sin embargo, el alcalde y sus colaboradores permanecieron para coordinar las ayudas y rescates.
Horas antes, cazas israelíes también atacaron los barrios del sur de Beirut después de una pausa de varios días que se había entendido que se debía a la petición explícita de Estados Unidos. Algo que oficiales israelíes desmintieron en diferentes foros.