Polémica

El último pulso del Papa contra el vicepresidente estadounidense JD Vance

El número dos de Trump, la última personalidad en reunirse con el Pontífice, fue crítico con la postura "globalista" de Francisco

Papa.- El vicepresidente de EEUU, JD Vance, expresa sus condolencias por la muerte del Papa Francisco
Papa.- El vicepresidente de EEUU, JD Vance, expresa sus condolencias por la muerte del Papa FranciscoEuropa Press

Como si hubiera en esa reunión un mensaje póstumo, el Papa Francisco recibió este domingo durante unos minutos al vicepresidente de EEUU, JD Vance, convertido en la última personalidad en hablar con el Pontífice. La inesperada visita en la residencia oficial del Papa en el Vaticano estaba llena de expectación. Recientemente, Francisco había vertido duras críticas a las políticas de deportación del gobierno de Donald Trump, en las que había instado a los católicos a rechazar las narrativas antiinmigrantes del presidente republicano.

No sabemos qué le dijo exactamente el Papa a Vance en su breve encuentro privado del domingo, pero quedará como el último gesto de un Pontífice que desafió las fronteras políticas y morales con sus reflexiones. Algunos de sus pensamientos tuvieron como centro de gravedad el espinoso asunto de la inmigración, que sirvió de fondo para una suerte de discusión teológica que ambos -Vance y Francisco- mantuvieron en los últimos meses.

Este debate giró en torno a la idea del "ordo amoris" (la jerarquía del amor), definida por Vance como un orden de deberes que da prioridad a las obligaciones inmediatas. Según esta visión, el amor cristiano implica primero amar a la familia: "Amas a tu familia, y luego amas a tu vecino, y luego amas a tu comunidad, y luego amas a tus conciudadanos de tu propio país. Y después de eso, puedes enfocarte y priorizar el resto del mundo”, donde estarían los inmigrantes. Para el vicepresidente de Estados Unidos, "la caridad comienza en casa". Esta reflexión parte de un concepto inspirado en una cita atribuida a San Agustín de Hipona (354-430 dC), uno de los padres de la Iglesia. Vance recurrió a Hipona para defender esta reflexión: "Vive justa y santamente el que tiene el amor ordenado, de suerte que ni ame lo que no debe amarse, ni no ame lo que debe amarse, ni ame más lo que ha de amarse menos, ni ame igual lo que ha de amarse más o menos, ni menos o más lo que ha de amarse igual”. La visión de Vance abandera una fe que vincula cristianismo y soberanía nacional que ve en Francisco un peligroso "globalista".

Esta postura choca frontalmente con el legado del Papa, quien en la encíclica "Fratelli Tutti" escribió: "El prójimo no tiene fronteras. Quien sufre es tu hermano". Ese es el mensaje que hizo llegar Bergoglio en febrero en una carta a los obispos estadounidenses sobre las medidas antimigratorias de la administración Trump, en la que recordaba que “el amor cristiano no es una expansión concéntrica de intereses que poco a poco se amplían a otras personas y grupos”. También reivindicaba que “el verdadero ‘ordo amoris’ que es preciso promover, es el que descubrimos meditando constantemente en la parábola del buen samaritano, es decir, meditando en el amor que construye una fraternidad abierta a todos, sin excepción”.

En esa carta, que parecía dirigida expresamente al propio Vance, decía Francisco: "No podemos llamarnos cristianos si construimos muros en lugar de puentes". En 2019, Bergoglio calificó las deportaciones de Trump como "una respuesta cruel que ignora la dignidad humana". El número dos de Trump se dio por aludido y reconoció los comentarios críticos del Papa, pero dijo que seguiría expresando sus opiniones.

El guante lo recogió Rusell Reno, director de First Things, representante de la tendencia más conservadora del catolicismo estadounidense, quien respondió: “El resultado práctico de la carta del Santo Padre no es otra cosa que la posición globalista y de fronteras abiertas, teologizada con ligereza. Esta, insinúa Francisco, es la única posición permitida para los verdaderos cristianos que honran el amor universal de Cristo. No envidio a los obispos. La migración masiva se ha convertido en el tema político central en todo Occidente. Los fracasos económicos y culturales del acuerdo posterior a la Guerra Fría convergen en esta cuestión".

La referencia a San Agustín por parte de Vance fue deliberada. La lectura del libro "La Ciudad de Dios", de Hipona, tuvo un papel clave en su conversión al catolicismo en 2019. Vance es un exponente del pensamiento tradicionalista, un crítico implacable del "capitalismo deshumanizante" que defiende políticas pro-familia y antiaborto. Precisamente con el Pontífice chocó hace tiempo cuando la justicia de EEUU revocó con una sentencia la Roe vs. Wade, un fallo histórico de la Corte Suprema de EEUU (1973) que legalizó el aborto en todo el país al reconocer el derecho constitucional de la mujer a interrumpir su embarazo. La derogación de este fallo en 2022 fue aplaudido por Vance. Francisco acusó entonces a los obispos estadounidenses de "obsesionarse con el aborto y olvidar a los pobres". Anteriormente, Vance había dicho que el Papa "a veces parece más preocupado por los ilegales que por los católicos perseguidos".