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Islamofobia: La venganza religiosa golpea Reino Unido
Un hombre blanco embiste a un grupo de fieles a la salida de una mezquita en «represalia» por los crímenes del Estado Islámico
Un hombre blanco embiste a un grupo de fieles a la salida de una mezquita en «represalia» por los crímenes del Estado Islámico.
Londres volvió ayer a convertirse en escenario de un ataque terrorista. Esta vez, sin embargo, fue un hombre blanco quien estaba al volante de la furgoneta que empotró contra una mezquita. Se trata del cuarto atentado cometido en suelo británico en apenas tres meses. La comunidad musulmana de Reino Unido temía desde hace tiempo ser blanco de crímenes de odio y denunciaba que las autoridades no tomaban en serio esta amenaza. Tras los ataques del puente de Westminster, Manchester y Borough Market advertían de que el ambiente estaba más tenso que nunca, y ayer se cumplieron sus peores presagios. «Ha habido demasiada tolerancia al extremismo en nuestro país durante muchos años y eso significa el extremismo de cualquier tipo, incluida la islamofobia», lamentó la «premier» Theresa May tras reunirse con el gabinete de emergencia Cobra para analizar lo que calificó de ataque «nauseabundo». «Como todos los actos de terrorismo busca dividirnos. Pero el odio y el mal de este tipo nunca triunfarán», recalcó la «premier».
Todo comenzó a las 00.20 hora local. El atacante, identificado como Darren Osborne, de 47 años, que fue detenido, comenzó a embestir con una gran furgoneta blanca alquilada a todos los que salían del Muslim Welfare House, situado en Finsbury Park, al norte de la ciudad. La zona –donde hay dos mezquitas separadas por apenas unos metros– estaba llena de musulmanes, ya que este mes se celebra el Ramadán y los fieles salían justo en ese momento de la oración. Una persona murió y diez resultaron heridas. Dos de ellas seguían anoche en estado crítico. Con todo, tal y como informó Scotland Yard, el hombre que falleció estaba recibiendo primeros auxilios a causa de un desvanecimiento antes de que el vehículo arrollara a los peatones, por lo que, al cierre de esta edición, se desconocía si su muerte fue causada realmente por el ataque.
El subcomandante de la Policía Neil Basu señaló que lo ocurrido era tratado como un atentado terrorista por el «modus operandi» y que Darren Osborne actuó solo. El atacante es padre de cuatro hijos y se ha separado hace seis meses. Vive en Cardiff (Gales) y no estaba en el radar de la Policía. Según informaban varios medios británicos al cierre de esta edición, Osborne nació en Singapur, pero se crió en la ciudad británica de Weston-super-Mar, en Somerset.
Según relatan los testigos, la furgoneta se empotró contra la gente. «Se nos vino encima. Entonces, el tipo salió y empezó a gritar: ‘‘Voy a matar a todos los musulmanes’’, al tiempo que iba dando puñetazos», asegura uno de los fieles. El atacante fue reducido por los propios religiosos hasta que llegaron los agentes en ocho minutos. Tres de los hombres que lo retuvieron aseguran que fue el imán quien pidió que se mantuviera la calma y que no le hicieran ningún daño. «Por esta razón este hombre sigue vivo hoy», contó uno de los testigos. Otro de los presentes, Abdulrahman, indicó que se encontraba junto a un grupo de hombres que acababan de terminar de rezar y que, en ese momento, ayudaban a un anciano que «se había caído», quizás a causa del calor, cuando el vehículo se dirigió hacia ellos.
Por su parte, Alí, otra de las personas que se encontraba en la mezquita, asegura que todo lo que escuchó fue «un fuerte golpe». «Entonces me giré y vi a la gente corriendo y gritando», recalca. «El atacante sonreía, saludaba con la mano, estaba feliz. Dijo: ‘‘Podéis matarme, ya he cumplido mi trabajo’’», dice. Los vídeos subidos a las redes sociales muestran al terrorista riendo en medio del caos.
La mezquita de Finsbury Park tiene un largo historial de trabajo comunitario y recientemente había ayudado a los supervivientes del incendio de la Torre Grenfell. En los años 90, el templo atrajo la atención mediática por el imán extremista Abu Hamza, una de las figuras islámicas más radicales de Reino Unido. Fue despedido en febrero de 2003 y condenado a cadena perpetua por terrorismo en Estados Unidos en 2015. El centro fue reabierto en 2005 bajo un nuevo liderazgo, caracterizado por la tolerancia cero con el extremismo. Esta transformación fue reconocida en 2014 cuando la mezquita fue galardonada con el Visible Quality Mark de la Charity Commission.
El laborista Sadiq Khan, que hizo historia el año pasado al convertirse en el primer alcalde musulmán de la capital británica, anunció un incremento del número de agentes de Policía que protegerán las mezquitas de la ciudad. El Ayuntamiento de Londres ya había advertido a principios de este mes de que el número de incidentes racistas registrados el lunes después del atentado en Borough Market había sido de 54, siendo 38 el promedio diario a lo largo de este año.
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