Ginebra

Un conflicto multidimensional

La Razón
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Las negociaciones de paz sobre Siria que ahora tienen lugar en Ginebra no traerán una solución a esta crisis. La diplomacia formal no producirán ningún resultado siempre y cuando Estados Unidos y Rusia, así como Arabia Saudí e Irán, no alcancen entre ellos un acuerdo previo en relación a un paquete básico de medidas comunes que limen sus diferencias. El hecho de que estos actores externos no se hayan puesto de acuerdo todavía sobre quiénes representan a la oposición siria ni sobre la sugerencia de un alto al fuego sugiere que se encuentran muy lejos de un completo entendimiento. Ginebra II ya fracasó en el intento de acordar una transición en Siria por parte de Moscú y Washington, lo que lleva a un punto muerto las actuales conversaciones. Nos encontramos por tanto en un mero acto formal. Sin embargo, no se pueden llamar «negociaciones» ya que, por ejemplo, los enviados del régimen de Asad ya han confirmado que asistirán simplemente a escuchar y además, quieren que este proceso se centre en la lucha antiterrorista, no en el reparto de poder dentro de Siria.

Tristemente, esta situación también significa que un alto el fuego en Siria es muy improbable. En vez de aspirar a frenar los ataques, debería haberse propuesto una reducción de los mismos. Habría sido un primer paso interesante. Sin embargo, hemos visto como desde EE UU se ha presionado a la oposición siria para asistir a las negociaciones sin ninguna condición previa. Incluso los ataques rusos en Siria y las fuerzas del régimen mantienen altos niveles de bombardeos aéreos. Esto se debe a que tanto Moscú como Asad sienten que con su estrategia están obteniendo una ventaja militar significativa sobre los opositores en el terreno, así es que sería muy improbable que aceptasen en este momento u alto el fuego que limitase sus actuales buenos resultados. Por lo tanto, hasta que todos los actores implicados en el conflicto, no sólo el régimen de Asad y los rebeles, nunca se dará la oportunidad a un acuerdo de paz.

*Investigador en Carnegie Middle East Center, en Beirut