Londres
Una Escocia independiente necesitará 1.600 millones de libras más al año
El Gobierno británico advirtió hoy de que Escocia necesitará 1.600 millones de libras (1.900 millones de euros) adicionales al año para cumplir con algunas de las promesas contenidas en el llamado Libro Blanco sobre la independencia escocesa.
El pasado 26 de noviembre, el ministro principal escocés, Alex Salmond, dio a conocer el Libro Blanco, que detalla los planes para la separación de Escocia del Reino Unido si gana el "sí"en el referéndum que se celebrará el 18 de septiembre de 2014.
Como respuesta, el Tesoro británico divulgó hoy un comunicado en el que subraya que el contribuyente escocés afronta una cuenta de 1.600 millones de libras anuales por encima del presupuesto para cumplir con algunas de las promesas contenidas en ese documento, como la financiación de la guardería infantil gratuita.
Esta cantidad supone el presupuesto combinado de la Policía y los Bomberos escoceses y el Servicio de Rescate de la región.
En concreto, el Tesoro indica que ese abultado monto será necesario para atender el coste de tan solo tres de los numerosos compromisos políticos contenidos en el Libro Blando escocés.
El responsable del Tesoro, el liberaldemócrata Danny Alexander, explicó que la suma será requerida para costear las numerosas horas adicionales prometidas para el cuidado de los niños en las guarderías, además de para compensar la reducción del Impuesto al Pasajero Aéreo y el recorte de los impuestos corporativos.
Según Londres, debido a la falta de detalles en el Libro Blanco los 1.600 millones de libras no incluyen otros posibles costes, como el retorno a manos estatales del Royal Mail (Correos) en Escocia.
"Hoy estoy publicando un análisis que muestra que el Gobierno escocés necesitaría encontrar 1.600 millones de libras al año en impuestos más altos o recortes del gasto para financiar algunos de los compromisos adicionales detallados en el Libro Blanco", afirmó el responsable del Tesoro en un comunicado.
Según Alexander, la elección que está en juego en 2014 es "entre unas promesas sin financiación, que ignoran la realidad de ser un país nuevo y separado, y una unión económica, política y social dentro del Reino Unido, que ha resistido el paso del tiempo".
Sin embargo, el titular de Finanzas del Gobierno escocés, John Swinney, criticó hoy al Gobierno central de Londres por ignorar los aspectos positivos de una eventual independencia de Escocia.
"Cuando uno mira el análisis del Tesoro, no se toma en cuenta el impacto positivo sobre la economía de las medidas que hemos fijado para impulsar el crecimiento", agregó Swinney.
En su Libro Blanco, el Gobierno escocés estableció que la región obtendría su independencia el 24 de marzo de 2016, siempre que prosperara el referéndum del año próximo.
Con 670 folios y 650 preguntas, el Libro Blanco establece las alteraciones que sufrirá la región con su independencia, que, de prosperar, supondrá el cambio más importante en tierras británicas desde el Acta de Unión de 1707, que unió a Escocia e Inglaterra.
Según el Libro Blanco, Escocia conservará la libra a través de la creación de la llamada "zona esterlina"con el resto del país, y el Banco de Inglaterra será la entidad de préstamo de último recurso.
Con una población de 5,3 millones de personas, el equivalente al 8,3 por ciento de la población británica, Escocia tiene intención de continuar como miembro de la Unión Europea y de mantener a la reina Isabel II como jefa de Estado.
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