Una excepción entre los líderes europeos

- Tras el congreso de la Unión Cristianodemócrata, y en el que posiblemente pidan que Merkel sea su candidata a las elecciones de 2017, ¿cuál podría ser el papel de la canciller en el futuro de su partido?

–A diferencia de la mayoría de líderes de la UE, Angela Merkel ha gozado a lo largo de toda la crisis europea de la confianza de sus electores, que han premiado los buenos resultados económicos de su gestión con un amplio apoyo popular traducido en la victoria en tres elecciones consecutivas, la última el año pasado. Ese apoyo popular, renovado en las elecciones al Parlamento Europeo del mes de mayo ha cedido, según las últimas encuestas publicadas por el periódico «Bild», que señalan que el 56% de los alemanes quiere que Merkel se presente a las elecciones de 2017, contra el 37% que no lo desea. En cualquier caso, y aunque es lógico que la CDU quiera que Merkel vuelva a ser su candidata, no parece probable que a estas alturas y con tanto tiempo por delante la canciller germana se manifieste partidaria de repetir

- Ante la Unión Europea, ¿debería Merkel ser un poco más flexible con respecto al déficit permitido al resto de países europeos?

–Al encontrarse en un Gobierno de coalición con la socialdemocracia alemana, Merkel ha tenido que hacer ya algunas concesiones en varios ámbitos, como la bajada de la edad de jubilación o la creación de un salario mínimo. En la actualidad, lo que se le demanda a Alemania desde Europa es, por un lado, que se decida a impulsar políticas de estímulos al crecimiento en su propio país, y por otro, que permita una mayor flexibilidad con las políticas de consolidación fiscal del resto de los socios comunitarios. Ambas cuestiones serían en principio positivas para el conjunto de la Unión, y en especial para los países del sur, que podrían llevar a cabo reformas estructurales que necesitan más margen de tiempo.

*Investigador del Real Instituto Elcano, historiador, politólogo y miembro de CC/Europa. Preguntas de Taylin Aroche