Moscú

Una oposición fortalecida echa un pulso a Putin

Navalni no se conforma con su ascenso y pide un recuento en Moscú

El líder de la oposición rusa, Alexei Navalni, comparece ante sus seguidores en Moscú, ayer
El líder de la oposición rusa, Alexei Navalni, comparece ante sus seguidores en Moscú, ayerlarazon

El líder de la oposición extraparlamentaria rusa, Alexei Navalni, no se da por vencido. Aunque haya perdido las elecciones municipales a la alcaldía de Moscú del domingo, las primeras que se celebran en 10 años, Navalni asegura que ha habido fraude y que tiene «pruebas matemáticas, lógicas y jurídicas» de que las elecciones fueron falsificadas. A pesar de la derrota, el bloguero y abogado de 37 años, que se ha consolidado como la oposición más fuerte al partido oficialista, consiguió un histórico 27,27% de los votos, lo que ha demostrado que va a seguir dándole quebraderos de cabeza al presidente Vladimir Putin. Sergei Sobianin, actual alcalde de Moscú y hombre de confianza de Putin, logró el 51,33% de los votos, lo que le da una «mayoría absoluta» y evita la celebración de una segunda vuelta, como pide Navalni. Nada más conocerse las primeras cifras, el bloguero no reconoció los resultados ya que, según él, se habían cometido «numerosas irregularidades» y éstas han logrado que Sobianin consiga la mayoría absoluta. «Nuestros sondeos a pie de urna muestran que habrá una segunda ronda electoral», dijo a la Prensa el opositor. Navalni advirtió de que hará un llamamiento para protestar en las calles, como ya lo hizo tras las parlamentarias de 2011, aunque la Fiscalía del distrito central de Moscú lanzó un aviso al opositor «con el fin de evitar posibles violaciones de la Ley». Pero el bloguero no se rinde y ha señalado que está dispuesto a acudir a los tribunales para impugnar los resultados.

Mientras, Sobianin, al que Putin describió como un hombre que «habla poco y hace mucho», llamó ayer a los opositores a que se «resignen» y «acepten la voluntad de la mayoría», sin resaltar que hubo un 68% de abstención. Este espaldarazo de los moscovitas a la emergente oposición rusa, que durante 2011 y 2012 fue la protagonista de las mayores protestas desde la caída de la URSS según recoge EFE, anima a Navalni –un desconocido hasta hace tres años– a enfrentarse contra el gobernante partido Rusia Unida. Cabe recordar que el bloguero, que sacó a la luz los trapos sucios del partido de Putin, logró presentarse a la alcaldía después de ser puesto en libertad, aunque la Justicia estudia el recurso contra su condena por una supuesta malversación de fondos. Sea como fuere, Navalni, que consiguió que se celebrasen estas elecciones –Putin las suspendió en 2005 y tras la presión de las protestas, Dimitri Medvedev las restauró–, ha demostrado que el presidente comienza a tener una fuerte oposición. Como afirma Leonid Ivlev, vicepresidente de la Comisión Electoral Central, «han sido los comicios más competitivos en toda la historia moderna de Rusia».

Una hegemonía en discusión

MANIFESTACIONES

En diciembre de 2011, los opositores lograron un récord de participación en una manifestación desde la URSS.

LAS «PUSSY RIOT»

La creación del grupo ha puesto en tela de juicio la libertad de expresión rusa.

FRAUDE ELECTORAL

En marzo de 2012, miles de rusos protestaron por el fraude electoral.

PROTESTAS A -16ºC

El pasado diciembre, miles de rusos se manifestaron contra el presidente Putin.