Cumbre Iberoamericana
Una región atrapada por la recesión económica
España lidera de nuevo la inversión exterior en Latinoamérica por detrás de EE UU.
España lidera de nuevo la inversión exterior en Latinoamérica por detrás de EE UU.
La Cumbre Iberoamericana se celebra en medio de la peor recesión de la región en los últimos años, que afecta, sobre todo, a Brasil y Venezuela, dos países que representan más del 40% del Producto Interior Bruto de América del Sur. De tal manera que el crecimiento del PIB en Latinoamérica será negativo en 2016 por segundo ejercicio consecutivo, entre un 0,5% y un 1%. El continente no experimentaba dos años de contracción económica desde la década de los 80, según se desprende del informe presentado por la OCDE, la CAF y la Cepal en el marco de los eventos en Cartagena de Indias.
El documento «Perspectivas económicas para América Latina 2017» señala que en 2015 cerca de siete millones de latinoamericanos cayeron en la pobreza, que afecta a más de 175 millones de personas, lo que representa un tercio de la población. Y en ese entorno advierte que uno de cada tres de los que salieron de la pobreza en la última década podría volver a caer en ella si la desaceleración se prolonga.
Siguiendo la temática de la cita, «Juventud, emprendimiento y educación», el documento coloca a los jóvenes como uno de los principales potenciales de la región: uno de cada cuatro latinoamericanos tiene entre 15 y 29 años. El reto, sin embargo, es mayúsculo. Un 64% de ellos vive aún en hogares pobres o de clase media vulnerable, dos de cada diez trabajan en el sector informal y otros dos ni trabajan ni estudian. Según el documento, «uno de cada cinco jóvenes de América Latina no tiene empleo, no estudia, ni recibe capacitación, sumando en total casi 30 millones en esta situación».
Otra consecuencia es que en torno al 50% de las empresas no encuentran fuerza laboral preparada, un problema particularmente apremiante en Perú, Brasil y México. Para promover las oportunidades, la OCDE propone ahondar en el emprendimiento como herramienta de desarrollo. «Es un vehículo para mejorar el empleo y la movilidad social», apunta el documento.
Para revertir esta situación también se necesita inversión, y España, a pesar de la crisis económica interna del último lustro, sigue siendo uno de los países que más apuesta por Latinoamérica. Al inicio de la debacle financiera en 2008, los flujos de inversión extranjera directa (IED) españoles representaban el 9% de las llegadas de recursos al subcontinente, sólo por detrás de Estados Unidos. En 2014, esa inversión lograba una cuota del 10%, según la Cepal. El mayor volumen de stock se dirige a México y Brasil, que a su vez se encuentran entre los diez países con mayor stock de inversión en España.
La pérdida de terreno de la diplomacia española en la región, fruto de la crisis nacional y el auge económico de los países latinoamericanos en la última década, así como las tensiones con algunos gobiernos (Venezuela, Bolivia y Argentina), ha obligado a los particulares españoles a ensanchar los lazos comerciales por su cuenta, según varios expertos. Esta Cumbre, con la presencia de más de 300 empresarios, se presenta como una de las mejores oportunidades para estrechar relaciones. Y el Gobierno no quiere quedarse al margen. España planteó una alianza para la productividad, así como estudiar medidas de financiación al desarrollo del continente en una reunión el pasado miércoles de cancilleres de la Unión Europea y la Celac.
La importancia de la educación estuvo en el discurso del presidente de México, Enrique Peña Nieto, quien destacó ayer que la reforma educativa que ha impulsado tras enfrentar un fuerte debate en la sociedad se ha centrado en docentes más preparados, inversión en infraestructura y un cambio en el contenido pedagógico.
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