Acuerdo comercial
La Unión Europea y Estados Unidos negocian a contrarreloj un acuerdo comercial
La tregua para evitar la guerra arancelaria expira el próximo 9 de julio
La Unión Europea y Estados Unidos siguen negociando contrarreloj antes de que expire la tregua comercial este próximo 9 de julio. Aunque aún es pronto para cantar victoria, parece que en los últimos días el escenario resulta algo más esperanzador.
Según ha confirmado la Comisión Europea, este domingo tuvo lugar una llamada telefónica entre la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen y el presidente de Estados Unidos Donald Trump y ha habido "avances para un principio de acuerdo", en palabras el portavoz comunitario de comercio Olof Gill.
La presidenta de la Comisión Europea ya reconoció la semana pasada desde Dinamarca que alcanzar un acuerdo detallado iba a ser una tarea imposible en tan corto lapso de tiempo y que la UE se contentaba con un pacto general a imagen y semejanza del que Washington ha suscrito con Londres.
Bruselas no quiere dar demasiados detalles sobre en qué puede consistir este principio de acuerdo. Desde hace semanas, la UE parece haberse resignado a que Estados Unidos imponga un arancel generalizado del 10% a todos los productos. El Ejecutivo comunitario considera que Donald Trump necesita esta tasa adicional para compensar la caída de ingresos de su controvertida reforma fiscal que supone una bajada drástica de impuestos. A cambio de aceptar a regañadientes este arancel del 10% quiere negociar excepciones en ciertos productos especialmente sensibles para los europeos.
La semana pasada, el responsable de Comercio del Ejecutivo comunitario, Maros Sefcovic, se desplazó hasta Washington sin poder llegar todavía a un pacto comercial. Unos de los obstáculos en la recta final de las negociaciones es la amenaza de Estados Unidos de un arancel del 17% a los productos agroalimentarios. A pesar de que la tregua comercial para alcanzar un acuerdo termina el día 9 de julio, todo indica que Estados Unidos va a esperar hasta el 1 de agosto para imponer aranceles. Pero con un presidente tan imprevisible como Donald Trump nunca se sabe.
La Comisión busca acelerar las negociaciones
En todo caso, la Comisión Europea quiere avanzar con la máxima rapidez posible. Alemania, un país cuya economía depende fuertemente de las exportaciones, es uno de los socios que más ha presionado al Ejecutivo comunitario para culminar un acuerdo cuanto antes. Francia ha sido algo más cauta en este sentido. Aunque también defiende un pacto rápido, su presidente Emmanuel Macron ha repetido que no debe ser "a cualquier precio".
La UE lleva meses ofreciendo a Trump un acuerdo recíproco de tarifas 0 en bienes industriales, pero se resiste a otras demandas estadounidenses que impliquen una rebaja de estándares europeos en ámbitos como la legislación sanitaria y ambiental o incluso que los Veintisiete no cobren el IVA. Además, la UE también se resiste a una legislación más laxa sobre los servicios digitales que beneficie a los gigantes estadounidenses, tal y como quiere Washington.
A pesar del tono conciliador de los últimos días, Bruselas tiene desde hace tiempo preparado un arsenal de medidas en respuesta. El pasado 8 de mayo, la Comisión Europea presentó una lista con exportaciones estadounidenses valoradas en 95.000 millones de euros, desde productos agrícolas a industriales. Además, Bruselas también baraja imponer restricciones a las exportaciones europeas de chatarra y productos químicos, valoradas en 4.400 millones de euros. A esto se suma una lista adicional de subidas arancelarias valoradas en 210.000 millones de euros en respuesta a las subidas del acero y el aluminio.
A pesar de la tregua comercial de los últimos meses, Estados Unidos ha mantenido un incremento del 10% a todos los productos y el 25% a los coches. Además, el pasado 4 de junio entraron en vigor tarifas arancelarias del 50% al aluminio y al acero y Trump ha amenazado con que esta misma cantidad se grave a los vehículos.
Ante el riesgo de que no haya acuerdo, la UE se ha preparado en los últimos meses para firmar acuerdo comerciales con otras potencias como los países del Mercosur y la India. Además, la UE va a celebrar a finales de este mes una cumbre con China en la que se espera que se limen asperezas en el ámbito comercial. La ocasión resulta propia, ya que este año se conmemora el 50 aniversario de las relaciones diplomáticas entre los dos bloques. Trump puede acabar arrojando a los Veintisiete a los brazos de Pekín.