Drones

Los barcos robots de Ucrania ahora pueden lanzar también drones: su objetivo principal será la flota rusa

Los drones cada vez dominan más el campo de batalla el siglo XXI y ahora pueden ser lanzados desde barcos robots

Aparece un navío dron navegando por el mar
Los barcos robots de Ucrania ahora pueden lanzar también drones: su objetivo principal será la flota rusa United24 Media

Conflictos modernos han demostrado que la guerra naval tradicional necesita adaptarse a nuevas realidades tecnológicas. Portaaviones gigantescos, antes símbolos de poder marítimo, ahora representan blancos vulnerables ante misiles antibuque cada vez más sofisticados.

Operaciones distribuidas emergen como alternativa estratégica fundamental. Pequeñas plataformas autónomas prometen mayor agilidad y supervivencia que las grandes estructuras navales convencionales, mientras mantienen capacidades ofensivas cruciales para el dominio marítimo. Tecnología robótica naval avanza hacia escenarios que parecían ciencia ficción hace apenas una década. Drones pesados operando desde embarcaciones no tripuladas abren posibilidades tácticas revolucionarias para flotas militares globales

Barcos robóticos lanzan por primera vez drones bombarderos pesados


Marina estadounidense ha logrado demostrar exitosamente capacidades de lanzamiento de drones bombarderos pesados desde embarcaciones robóticas autónomas, según apuntan desde Interesting Engineering. El MQ-25 Stingray, desarrollado por Boeing, despegó desde una plataforma naval no tripulada durante pruebas que confirman la viabilidad operativa de sistemas distribuidos sin necesidad de portaaviones tradicionales.

Las características técnicas del MQ-25 Stingray incluyen capacidades primarias de reabastecimiento aéreo, aunque su lanzamiento desde robot boats demuestra versatilidad operativa inesperada. Boeing diseñó originalmente esta aeronave para misiones de apoyo logístico, pero pruebas recientes revelan potencial táctico ampliado considerablemente. Conceptos de operaciones marítimas distribuidas impulsan esta innovación tecnológica. Múltiples plataformas pequeñas operando independientemente reducen la dependencia de loss portaaviones costosos y vulnerables, mientras crean redes tácticas difíciles de neutralizar mediante ataques concentrados.

Embarcación robótica utilizada incorporaba sistemas de lanzamiento especializados capaces de manejar peso y dimensiones del MQ-25. Equipamiento naval autónomo demostró precisión suficiente para operaciones de combate reales, validando conceptos operacionales que parecían impracticables hasta ahora. Expertos navales anticipan enjambres de barcos autónomos transportando diferentes tipos de drones, creando redes distribuidas de sistemas no tripulados. Esta aproximación ofrece ventajas económicas importantes, pues robot boats resultan considerablemente más baratos de construir y operar que buques de guerra convencionales.

Convergencia tecnológica integra navegación autónoma, sistemas de lanzamiento precisos y vehículos aéreos no tripulados. Combinación permite tácticas navales previamente imposibles con plataformas tradicionales, ampliando opciones estratégicas para comandantes marítimos. Desafíos operacionales persisten antes del despliegue masivo. Limitaciones por condiciones marítimas, requisitos de mantenimiento y sistemas de comando y control necesitan resolución antes de implementación generalizada, aunque resultados iniciales muestran promesas tecnológicas notables para guerra naval futura.