Tiroteos en Estados Unidos

«Vamos a sacar un maldito periódico»

EEUU tiene en la redacción del diario a sus nuevos héroes. Sólo horas después de perder a cinco compañeros, volvieron al trabajo

La portada de la edición de ayer titulada «Matan a cinco personas en el Capital»
La portada de la edición de ayer titulada «Matan a cinco personas en el Capital»larazon

EEUU tiene en la redacción del diario a sus nuevos héroes. Sólo horas después de perder a cinco compañeros, volvieron al trabajo.

Y teclearon, y siguieron haciéndolo entre cristales machacados y goterones de sangre. Los reporteros del «The Capital Gazette», en Annapolis, Maryland, cerca de Washington D C, son ya los héroes de una historia que deja un saldo de cinco personas muertas, acribilladas a balazos, en otro tiroteo masivo, 76 desde el 1 de mayo –con un saldo de 67 muertos–, en EE UU. Cuenta la cadena CNN que Anthony Messenger, un becario, acertó a tuitear desde debajo de una mesa la presencia del asesino, Jarrod Warren Ramos, y pedir ayuda, mientras Ramos, a escasos metros suyos, recargaba el arma.

Hoy es el día en el que la prensa de EE UU celebra a sus muertos. Acostumbrados a informar de otras masacres, hacía mucho, posiblemente desde el 11-S, que no tocaba llorar a tantos colegas. Concretamente las cinco víctimas fueron el responsable de los editoriales, Gerald Fischman, de 61 años, célebre por su erudición; un redactor de deportes, John McNamara, de 56 años, autor de varios libros; dos columnistas, Robert Hiaasen y Wendi Winters, de 59 y 65 años; y una comercial, Rebecca Smith, de 34. Fueron masacrados por un Ramos enloquecido, que se abrió paso en la redacción percutiendo el gatillo de su escopeta. Tiro a tiro mientras los reporteros caían en silencio y algunos, los que podían, contaban en directo lo sucedido.

El primero en redactar un parte de urgencia, directamente sobre la moqueta, minutos después de que el tirador dejara de disparar, fue Phil Davis, de la sección de sucesos. «El pistolero», dijo, «atravesó la puerta de vidrio hacia la oficina y abrió fuego contra varios empleados. No puedo decir mucho más y no quiero declarar a nadie muerto, pero tiene mal aspecto». Luego añadió que «no hay nada más aterrador que escuchar a varias personas recibir un disparo mientras estás debajo de tu escritorio y luego escuchar la recarga del pistolero».

Profundamente conmovido se mostraba David Simon, creador de series de televisión míticas, como «The Wire», y amigo de varios de los periodistas asesinados. En su cuenta de Twitter, amén de enzarzarse con cuantos cuestionaban la ética de la prensa estadounidense en las horas posteriores al crimen, recordó a Hiassen: esta noche mi esposa me ha recordado el día en que vendió su primer libro y fuimos a tomar un café para celebrarlo en el Nina´s de la calle Calvert. Rob Hiaasen nos encontró allí y brindamos con cafés con leche. Estaba tan feliz por Laura como si el manuscrito fuera suyo. Tu recuerdo es una bendición, Rob...», concluía.

En respuesta al presidente Trump, que este mismo lunes, en un mitin en Carolina del Sur, volvió a referirse a los periodistas de EE UU como enemigos del pueblo, Simon escribió que «hay sangre hoy en una redacción americana», y refiriéndose a Trump añadió que «estarás orgulloso, vil, fascista hijo de puta».

Pero si algo conmovió a los lectores de prensa fue el empeño del periódico, uno de los más antiguos de EE UU, por elaborar el número del día siguiente. Fundada en 1884 como «The Capital Gazette», la publicación, con otros nombres y formatos, acumula más de 250 años de información y análisis, y a eso se dedicó desde los lugares más insospechados, con los ordenadores portátiles sobre el regazo, sentados los redactores en la acera, mientras la policía y los servicios de emergencia cumplían con su trabajo. Hasta el punto de que ayer, tan solo unas horas después del múltiple asesinato, amaneció con un número especial dedicado a sus compañeros. Inmediatamente después del crimen uno de los periodistas del «The Capital Gazette», Chase Cook, aseguraba en Twitter que «mañana vamos a sacar un periódico a la calle».

A pesar del dolor, cumplieron. «Cinco muertos en el Capital», titulaban en portada junto a las fotos de los compañeros fallecidos. En unas rotundas declaraciones a CNN, Terry Smith, columnista de «The Capital Gazette», comentó que «los periodistas no son los enemigos del pueblo, son el pueblo, parte del pueblo, y en mi opinión su papel es muy importante, especialmente en un tiempo como éste, en el que hay declarada una guerra total contra la prensa y, si lo deseas, una guerra contra la Primera Enmienda. Nunca ha sido más importante y nunca más difícil».