Veinte años de entendimiento y respeto mutuo

Es para mí un honor brindar unas palabras de felicitación a todos los marroquíes por su Fiesta Nacional con motivo de la conmemoración del 20º aniversario de la entronización de su monarca, S.M. el Rey Mohamed VI.

A lo largo de toda mi vida política y, sobre todo, en los últimos años, en mi condición de Ministra de Fomento y también como Presidenta del Congreso de

los Diputados, he podido constatar, con gran satisfacción, el excelente estado de las relaciones bilaterales entre España y Marruecos. Dos naciones hermanas y aliadas, que compartimos un proyecto de futuro y una admiración y respeto que son mutuos y profundos.

Así se refleja de forma extraordinaria en el íntimo vínculo que une a nuestras respectivas Casas Reales y también en las diferentes iniciativas internacionales y

cumbres que juntos hemos promovido, como la última cita interparlamentaria de abril de 2018 que recuerdo con especial afecto y cariño.

Me es grato recordar, también, los viajes a tierra marroquí de S.M. el Rey D. Juan Carlos en 2011 y 2013; el que realizó, a los pocos días de su proclamación, SM el Rey Felipe VI en julio de 2014 a la ciudad de Rabat; o la reciente visita de Estado de SS MM los Reyes de España, D. Felipe VI y Dª. Letizia en febrero de

2019.

También quisiera resaltar, y agradecer, el comunicado que, a comienzos de 2018 hizo público S.M. el Rey Mohamed VI, en el que se felicitaba por “los sólidos lazos de amistad y estima mutua que unen a los dos Jefes de Estado y las dos Familias Reales”, así como por “las distinguidas relaciones entre los dos países, basadas en la buena vecindad, la cooperación fructífera y la solidaridad efectiva”.

Todos ellos gestos que demuestran que Marruecos y España sienten una gran sintonía, una familiaridad que, desde hace muchos años, nos permite colaborar

de forma continuada y sincera en los más diversos ámbitos.

Sobre todo, en el plano internacional, en el que compartimos el deseo de contribuir al establecimiento de unas relaciones basadas en la paz, la solidaridad,

y el multilateralismo.

Marruecos ha liderado con éxito importantes iniciativas como el Foro Global contra el Terrorismo, o la Conferencia de Naciones Unidas sobre el cambio

climático, que organizó en 2016, y, juntos, hemos tenido también la oportunidad de ratificar nuestro compromiso con el orden y la seguridad internacionales a través del rechazo a la actividad de las organizaciones terroristas que atentan contra nuestros principios y valores y que ponen en peligro la libertad de todos.

Quiero, en ese sentido, felicitar de todo corazón a las fuerzas y cuerpos de seguridad españoles y marroquíes por la intensa colaboración que llevan a cabo

en materia antiterrorista, que tantas vidas han salvado y que con tanto éxito ha contribuido a nuestra seguridad.

Una cooperación que se extiende al ámbito migratorio, y que es imprescindible para favorecer una inmigración legal y ordenada, respetuosa con los derechos de todas las personas e implacable con las organizaciones criminales que se lucran con el drama de la inmigración irregular.

Pero la amistad y la cercanía entre Marruecos y España encuentran su traslación también en el variado y enriquecedor diálogo económico y cultural entre nuestros países y en los muchos intercambios y proyectos que comparten nuestras sociedades civiles y nuestros pueblos.

En los últimos seis años se ha duplicado el comercio bilateral, hasta alcanzar unos flujos superiores a los 14.300 millones de euros anuales. Casi 20.000 empresas españolas participan de estos intercambios comerciales, que crecen más de un 10 % cada año y se extienden ya a prácticamente todos los sectores de nuestras economías. Marruecos es el primer destino de la inversión española en África y nuestro segundo socio comercial fuera de la Unión Europea. Y España es el

primer importador de bienes y servicios de Marruecos.

Estos resultados positivos se asientan sobre un denso tejido normativo que incluye un Acuerdo de promoción y protección recíproco de las inversiones, así

como otros convenios en materias de interés mutuo como la energía, el transporte, los servicios financieros o el turismo. E, indudablemente, nos

confirman que el Estrecho ya no es la distancia que nos separa sino un auténtico espacio de amistad, colaboración e intercambio provechoso.

Los españoles sentimos una profunda y sincera admiración por la cultura marroquí. Una cultura que es el mejor puente para el entendimiento recíproco y

el diálogo entre individuos y sociedades.

Esa cultura que nos une y que nos sirve para comunicarnos a pesar de las diferencias, es la que defendía la escritora y socióloga Fátima Mernissi, Premio

Príncipe de Asturias de las Letras en 2003, cuando afirmaba que “la idea de separación es un mito”.

Como Mernissi, hoy, 30 de julio de 2019, me gustaría invitar a todos los españoles y a todos los marroquíes a que sigamos cultivando nuestras relaciones y afectos, y a que abramos más y mejores espacios de acuerdo para construir, desde un pasado que nos une, un futuro conjunto de desarrollo y progreso.

Felicidades a todo el pueblo marroquí.