
Estados Unidos
Así es Zohran Mamdani, el primer alcalde musulmán de Nueva York que promete “una ciudad renacida” y con más inmigrantes
"Soy joven, musulmán y un socialista demócrata, y no tengo que disculparme por ello", asegura el ganador de las elecciones
Otro revés para Trump fue la clara victoria del demócrata Zohran Mamdani en la elección a la alcaldía de Nueva York, con una participación históricamente alta. Trump ha tildado al alcalde electo de comunista y lo ha criticado hasta el punto de amenazar con suspender fondos federales a su ciudad natal y verse en la tesitura de apoyar a Andrew Cuomo, exgobernador demócrata del estado y con quien mantuvo una gran animadversión durante la pandemia.
Mamdani celebró este martes su victoria ante miles de seguidores en Queens, donde citó al candidato presidencial socialista Eugene V. Debs al afirmar: "Puedo ver el amanecer de un día mejor para la humanidad". El nuevo alcalde agradeció a los "taxistas, a las abuelas mexicanas, a los trabajadores", así como a sus padres por "hacerlo el hombre que es hoy", y subrayó el orgullo que siente por sus orígenes, tras convertirse en el primer musulmán que dirigirá la Gran Manzana.
"El aire de una ciudad renacida ya se respira", dijo Mamdani, asegurando que “la esperanza vive” y prometiendo reconstruir Nueva York desde la base. También afirmó que la gente trabajadora ha dejado claro que el futuro está en sus manos y que "Nueva York será la luz" en este momento de "oscuridad política". “Cada mañana me levantaré con el único propósito de hacer de esta ciudad un lugar mejor para ustedes que el día anterior”, añadió durante su discurso, en el que insistió en que será “el alcalde de todos, incluyendo judíos y musulmanes”, en una nueva era en la que no se espera “ni islamofobia ni antisemitismo”.
El demócrata también tuvo palabras para los jóvenes: “Gracias a la nueva generación que ha apostado por un futuro mejor, por políticos que hablan sin condescendencia. Somos vosotros y estaremos unidos contra el autoritarismo y la oligarquía”, dijo entre aplausos. Y respondió directamente al presidente estadounidense: “Trump, sé que estás escuchando. Sube el volumen… Para llegar a cualquiera de nosotros, tendrá que pasar por todos nosotros”, afirmó, levantando una ovación del público.
El político progresista concluyó con una afirmación que ya se ha convertido en lema: “Soy joven, musulmán y un socialista demócrata, y no tengo que disculparme por ello. Nueva York seguirá siendo una ciudad de inmigrantes, construida por inmigrantes y, desde ahora, liderada por un inmigrante”.
Mamdani ganó las elecciones con un 50,4 % de los votos, según las proyecciones recogidas por AP, CNN y NBC News, convirtiéndose así en el alcalde más joven de Nueva York desde 1892. Es, además, la primera vez desde 1969 que votan más de dos millones de personas en la ciudad.
Según el resultado provisional con más del 90 % escrutado, Mamdani tiene un 50,4 % de los votos, seguido por Cuomo (41,6 %) y Sliwa (7,1 %). En Nueva York, el péndulo parece haber basculado con fuerza hacia la izquierda con la probable victoria (según las encuestas) de Zohran Mamdani, el candidato del Partido Demócrata que puede convertirse en el primer alcalde musulmán de la historia de la ciudad. Este hombre de 34 años, que se ha ganado el apoyo masivo de los jóvenes neoyorquinos y de la clase trabajadora, se define a sí mismo como socialdemócrata y representa todo lo que más detesta el movimiento MAGA (Make America Great Again) en Estados Unidos. Trump lo tacha de “comunista” y algunos republicanos han pedido su deportación.
De ascendencia india por parte de madre, Mamdani nació en Uganda y hasta los cinco años vivió en una cabaña en una colina sobre Kampala, con vistas al lago Victoria. Su biografía es la de un inmigrante africano que se instaló con su familia en Nueva York a los siete años de edad. Su madre, Mira Nair, es una directora de cine conocida por la comedia Monsoon Wedding, y su padre ha sido profesor de Antropología en la Universidad de Columbia de Nueva York.
Pese a ser un desconocido y contar con el rechazo de los gerifaltes del Partido Demócrata, ganó las primarias de forma inesperada. Desde 2020 ocupa un asiento en la Asamblea Estatal en representación de un distrito de Queens. Sus detractores, dentro y fuera de su partido, lo califican de “niño de papá”. Antes de dar el salto a la política formó parte de la escena del rap neoyorquino, donde se le conocía como Young Cardamom y, más tarde, como Mr. Cardamom. Compuso una canción (“#1 Spice”) para la película de Disney Queen of Katwe, dirigida por su madre. También trabajó como asesor en el sector de la vivienda, en un programa de prevención de ejecuciones hipotecarias, ayudando a familias de bajos ingresos a evitar el desahucio, una experiencia que despertó su vocación por el servicio público, según sus palabras.
Los analistas consideran que el éxito inusitado de su campaña electoral se debe a un programa centrado en el coste de la vida en Nueva York, una de las ciudades más caras del mundo. Para ganarse a la audiencia ha propuesto transporte público gratuito, coste cero en la matriculación en las guarderías, un salario mínimo de 30 dólares la hora, más vivienda social, congelación de los precios del alquiler y la creación de tiendas estatales de productos asequibles en los barrios pobres donde hay pocos supermercados. Todo ello financiado con un aumento de impuestos a los más ricos.
Pero más allá del contenido socialdemócrata de su programa, Mamdani sobresale por sus formas, que algunos definen como carisma y otros como populismo. Su estrategia digital innovadora en las redes sociales se ha visto potenciada gracias a vídeos audaces que le han valido casi cinco millones de seguidores en Instagram y 1,6 millones en TikTok.
Con todos estos ingredientes, Trump ha encontrado munición para atacar al candidato. Lo ha llamado “comunista” y afirma que “no sabe hacer nada”. “Probablemente nunca ha trabajado un día en su vida”, dijo el presidente de Estados Unidos. “Prefiero mil veces ver ganar a un demócrata con un historial de éxitos que a un comunista sin experiencia y con un historial de fracaso absoluto y total”. “Te guste o no Andrew Cuomo, no tienes opción. Debes votarlo y esperar que haga un trabajo fantástico. ¡Él es capaz, Mamdani no!”, ha insistido Trump. El también demócrata Andrew Cuomo ha sido el gran rival de Mamdani en estas elecciones. Cuomo regresó a la política tras el escándalo de acoso sexual contra once mujeres que lo llevó a dimitir como gobernador del estado de Nueva York en 2021.
Viendo las orejas al lobo, Trump amenazó con suspender o recortar la financiación federal a la ciudad de Nueva York si Mamdani ganaba la alcaldía y expresó su intención de enviar la Guardia Nacional a la Gran Manzana, como ya hizo con Chicago. Mamdani se ha comprometido a “luchar contra Trump en cada paso del camino”, pero también ha dicho que “estará listo y dispuesto a colaborar con el presidente para abordar el costo de la vida”.
Sus detractores han desempolvado un arsenal de argumentos para desbaratar las perspectivas de éxito del candidato. Hablan de la lujosa residencia de su familia en Uganda, protegida por guardias armados; de su foto sonriente con uno de los “arquitectos” de las leyes antigay de Uganda. Se recuerda su apoyo público a la despenalización de la prostitución y su antigua convicción de que “el objetivo es expropiar los medios de producción”. En el pasado declaró que la policía no debería ser quien responda a las llamadas por violencia doméstica. Y otra más: “Cuando la bota de la policía de Nueva York te oprime, es porque la bota la han puesto las Fuerzas de Defensa de Israel”.
Algunos de sus más firmes defensores han sido el senador demócrata Bernie Sanders y la congresista Alexandria Ocasio-Cortez. Se dice que Barack Obama lo llamó para ofrecerle asesoría política. Los demócratas moderados se distanciaron de él porque consideran que su perfil socialdemócrata es demasiado radical. Para ganarse el centro, Mamdani se alejó de los postulados de los Socialistas Democráticos de América (DSA), la organización izquierdista más grande de Estados Unidos, y aunque ha manifestado su apoyo a la causa palestina, asegura que eso no significa que sea un político antisemita. Una promesa que genera polémica es su intención de ordenar a la policía de Nueva York que arreste al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, si este visitara la ciudad, basándose en la orden de la Corte Penal Internacional.
El candidato demócrata, casado con una artista sirio-estadounidense a la que conoció en la aplicación de citas Hinge, ha colocado su identidad en el centro de su proyecto político y ha hecho de su fe musulmana y de su activismo pro palestino —una postura que le costó el arresto tras la masacre del 7 de octubre— un pilar innegociable de su mensaje desafiante ante el establishment demócrata. Lejos de ser un candidato impuesto, la decisión de postularse para alcalde fue un plan concebido por él mismo con el objetivo de crear una coalición de inquilinos, jóvenes y comunidades inmigrantes marginadas.
✕
Accede a tu cuenta para comentar


