Las relaciones con China
Von der Leyen y Macron, ante el desafío chino
La presidenta de la Comisión Europea y el mandatario francés se reunirán mañana con el presidente Xi Jinping
A la vista de las peticiones realizadas la semana pasada por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, de reevaluar los lazos diplomáticos y económicos de la UE con China, todas las miradas se centran ahora en su viaje conjunto a Pekín con el presidente francés, Emmanuel Macron. El próximo jueves, Von der Leyen mantendrá una reunión trilateral con Macron y Xi Jinping, al margen de la visita de Estado del mandatario francés a la capital asiática.
Una vez allí, se esforzarán por dialogar con el presidente chino, quien reafirmó su liderazgo centralizado durante la reunión parlamentaria anual de las "Dos Sesiones", celebrada en marzo. Ese mismo mes, Xi celebró su estrecha asociación con el presidente ruso Vladimir Putin durante una visita de Estado a Moscú.
La futura dirección del papel geopolítico de Europa pende de un hilo en este momento crucial, por lo que la primera visita de Macron a China en tres años y medio ha despertado grandes expectativas. Xi ya ha recibido al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.
Pero en esta ocasión, el presidente francés quiere jugar sus cartas en la escena mundial como nación del Indo-Pacífico y como miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Quiere disuadir a China de acercarse aún más a Rusia, pero algunos analistas advierten de que no hay mucho margen de maniobra, dado que la naturaleza de las relaciones entre las potencias es altamente estratégica.
Macron ha pospuesto sus planes de viaje en varias ocasiones, la última vez renunciando a ser recibido por Xi a principios de noviembre, poco antes que el canciller alemán Olaf Scholz. El presidente francés persigue desde hace tiempo el objetivo de no dejar que los dirigentes chinos dividan a la UE. Ha criticado con dureza la Iniciativa del Cinturón y la Ruta de China, como se conoce internacionalmente a la Nueva Ruta de la Seda.
Según el Elíseo, los temas principales de este encuentro serán la guerra de Ucrania y el acuerdo de inversión de la UE con China. Desde el punto de vista europeo -especialmente de Europa del Este- es imposible concebir un plan de paz sin la retirada de las tropas rusas de Ucrania, máxime después de 13 meses de bajas masivas entre la población ucraniana y la destrucción de infraestructuras e instalaciones civiles.
Desde el punto de vista del gigante asiático, “puesto que China ha propuesto un plan de paz de 12 puntos para resolver la crisis ucraniana, la UE debe ser alentada a ejercer su autonomía diplomática y, en lugar de presionar a este país y dejarse secuestrar por EE UU, debe tomar las riendas de su propio destino para actuar de forma que se ponga fin a las hostilidades y se promueva el alto el fuego en aras de la propia paz y seguridad sostenibles de Europa”.
Tras años de lo que muchos europeos perciben como falta de sinceridad por parte de China, se ha producido una reacción de recelo común. Recientemente, esa desconfianza se ha hecho más patente. En relación a Ucrania, Von der Leyen ha expresado sus dudas sobre las intenciones de China y ha sugerido que necesitaría más pruebas para reconocer el plan de paz.
"Un plan que no incluya la retirada de las tropas rusas de Ucrania no es un plan de paz", afirmó en un discurso sobre el estado de las relaciones entre la UE y China pronunciado el 30 de marzo. "La forma en que China siga interactuando con la guerra de Putin será un factor determinante para las relaciones UE-China en el futuro", añadió.
Esta falta de confianza no se limita a la Comisión Europea, sino que es compartida por otras instituciones y Estados miembros de la UE. Incluso algunos han advertido de una posible "línea roja" en caso de que Pekín proporcione ayuda militar a Moscú.
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