Estados Unidos

Washington reclama a Cuba que libere a un estadounidense condenado a 15 años

La Casa Blanca volvió a instar hoy al Gobierno de Cuba a que libere al ciudadano estadounidense Alan Gross, detenido en la isla desde 2009 y condenado a 15 años de prisión, y reiteró su preocupación por su estado de salud cuando se cumplen cinco años de su encarcelamiento. En un comunicado, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, señaló que el Gobierno del presidente de EEUU, Barack Obama, está “centrado” en lograr la liberación de Gross, de 65 años, y continúa “profundamente preocupado” por su estado de salud.

La liberación de Gross “eliminaría un obstáculo hacia unas relaciones más constructivas entre Estados Unidos y Cuba”, concluyó el portavoz de Obama.

La esposa de Gross, Judy, difundió también hoy un comunicado en el que afirma que su marido “ha pagado un precio terrible por servir a su país”.

Tras cinco años de encarcelamiento, “Alan está acabado. Es hora de que el presidente Obama lo traiga de regreso a Estados Unidos; de lo contrario, será demasiado tarde”, dice su esposa.

Gross fue detenido y encarcelado en diciembre de 2009, cuando trabajaba en Cuba contratado por la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID) para instalar una red de internet.

Catorce meses después fue juzgado y condenado a 15 años de prisión, acusado por el Gobierno cubano de “acciones contra la integridad territorial del Estado”.

“Hace cinco años Alan Gross fue arrestado por sus esfuerzos para ayudar a los ciudadanos cubanos a tener mayor acceso a la información a través de internet”, dijo hoy Earnest.

Washington mantiene que Gross trataba de proporcionar acceso “sin censura” a internet para “una pequeña comunidad religiosa” judía en la isla y espera que “no pase otra Navidad sin estar con su familia”, según dijo esta semana el Departamento de Estado.

Según su familia, la salud de Gross se ha “deteriorado gravemente” en estos años, durante los que ha desarrollado artritis degenerativa en una pierna y una afección en el hombro.

Judy Gross interpuso en 2010 una demanda contra el Gobierno estadounidense por no haberle alertado debidamente de los peligros que corría con su labor en Cuba, pero esa querella fue desestimada este año.

El Gobierno cubano ha insinuado en numerosas ocasiones su disposición a facilitar, ateniendo a razones humanitarias, la liberación de Gross a cambio de la de los tres agentes del grupo de “Los Cinco” espías cubanos condenados en 2001 y encarcelados en EEUU, algo que Washington rechaza.