Miedo en el hogar

En dos puntos muy distantes de España, en Madrid y Gerona, actúan los mismos delincuentes, las bandas de asaltantes organizadas que perpetran asaltos a viviendas y atacan a las personas que están dentro. No son exactamente los mismos pero sí emplean los mismos métodos: violencia, capuchas y preferencia en asaltar gente vulnerable.

En Madrid, en Villaviciosa, un empresario caminaba por la calle cuando fue asaltado por hombres armados con pistolas. Amenazado por las armas, tuvo que dejarse introducir en el maletero del coche robado. Se dirigieron a la urbanización Campodón. En la casa, los secuestradores se llevaron el dinero que había. Dejaron a los propietarios fuertemente atados y encerrados. Los delincuentes trataron de desvalijarle después el negocio, pero el empresario logró desatarse y llamar a la Policía. Los agentes localizaron a los sospechosos en el BMW y cuando trataron de detenerlos, uno de los fugitivos sacó un arma. El BMW escapó a toda velocidad. Los fugitivos tendrían alrededor de 30 años.

En Gerona, desde hace semanas, las familias están amenazadas. Delincuentes encapuchados entran en las viviendas y atan y amordazan a las familias. Los asaltos son la máxima preocupación de la Policía. Son bandas de delincuentes comunes que se han especializado en esta modalidad. Los asaltos violentos han aumentado espectacularmente el año pasado. La muerte del empresario Jordi Comas, en Playa de Aro, Costa Brava, hizo que se extendiese la preocupación por toda Cataluña. Murió de asfixia en el sofá, a los 67 años. Comas estaba apaciblemente viendo la TV. Pero llegaron los encapuchados y le provocaron la muerte.

Otro hecho violento fue una anciana que resultó golpeada por un encapuchado que la ató. Además, en la urbanización Mas Nou de Platja d'Aro entraron y asaltaron a una familia belga. Al igual que en Madrid, unos jóvenes encapuchados, tres exactamente, entraron en la urbanización y asaltaron a un empresario, al que le robaron 5.000 euros de la caja fuerte.

Los delincuentes se han vuelto más atrevidos, como analizábamos aquí. Son delincuentes comunes que empiezan a irrumpir en las propiedades con los dueños en pijama. El dinero y las joyas que obtienen van directos al mercado negro.

Los vecinos de Villaviciosa y de Gerona comparten el mismo vicio: soñar con nuevas y sofisticadas medidas de seguridad. Aunque mejor harían estudiando cómo vencer al crimen con una exigencia continua y planificada de mayor protección.