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¿Por qué es tan difícil para los mexicanos conseguir el asilo político?

¿Por qué es tan difícil para los mexicanos conseguir el asilo político?
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Desde Nueva York, la representante legal Laura Outeda explica que "cada país tiene características distintas, lo cual hace que el asilo político, sea un proceso difícil y largo".

Según datos del departamento de Justicia de Estados Unidos, en el año 2010, cuando Marisol Valles García se convirtió en jefa de Policía, se recibieron 3.231 peticiones de asilo político de México. Se aceptaron 49. Se negaron 508, se retiraron 1.671 y se abandonaron 174. El resto quedan pendientes.

De Colombia, llegaron 563, se otorgaron 234, se negaron 380 y retiraron 220. De China, se hicieron 10.087 solicitudes, se admitieron 3.795 y negaron 1.522. De Venezuela, 398, se concedieron 181 y negaron 207.

"Cuba es un país que no comparte la ideología de Estados Unidos. En Venezuela es diferente, debido a los ataques a la prensa independiente y a las instituciones democráticas un periodista o un ciudadano puede considerarse en riesgo de ser encarcelado. China es un país comunista, también hay presos políticos. Mientras que Colombia ha pasado por un proceso, que podríamos considerar de guerra, donde hubo y hay mucha gente que se siente amenazada. México es un país que comparte fronteras con Estados Unidos. Eso hace que haya mucha inmigración ilegal desde México, además de la droga y otras actividades ilegales. Todo esto genera problemas políticos", apunta.

Nos encontramos con Marisol después asistir en Las Cruces a la Segunda Conferencia Anual de Asilo Político en el Santuario de la Iglesia Universalista Unitaria, que organiza en conjunto con la organización sin ánimo de lucro Alianza de Solicitantes de Asilo Político y el departamento de gobierno de la Universidad de Nuevo México. Entre los participantes, se encuentran la periodista de Associated Press Michelle Salcedo, el aclamado autor Charles Bowden, la bibliotecaria Molly Molloy, el abogado Chris Benoit de Proyecto de Derechos Económicos Sociales y Culturales, la gestora de Las Américas, Centro de Defensa Inmigrante de El Paso (Texas), Catherine Anita Hudak y el abogado y experto en asilo político Eduardo Beckett. Al día siguiente, en la misma iglesia tiene lugar una cena de recaudación de fondos en favor del periodista Emilio Gutiérrez Soto, al que se representa y proporciona ayuda legal desde Las Américas en su caso de asilo político. Corresponsal de Ascensión para el Diario, con sede en Juárez, tuvo que huir con su hijo en 2008 después de haber escrito una serie de artículos en contra del Ejército mexicano. Sonríe y su trato es impecable. Pero, no hace falta hablar mucho con él para saber que si pudiera volvería inmediatamente a México. Antes de la conferencia reconoce que "con las pruebas que existen no nos van a negar el asilo político", explica Emilio Gutiérrez Soto muy reivindicativo con la política y la situación general de su país.

Habla despacio, mientras nos explica su caso al tiempo que analiza la actualidad mexicana y los casos de asilo político en Estados Unidos, aunque piensa que los casos ganados son excepciones. Él tiene cita ante el juez en septiembre de 2015. "Siento que hay discriminación porque tanto miedo tiene un chino, un libanés o un africano como un mexicano. Yo creo que entre todos esos, somos los mexicanos los que venimos a un mundo de terror", destaca Gutiérrez Soto, que le pone cara a los casos de los que antes nos ha hablado Laura Outeda en general.

Durante la conferencia, sorprende la presentación de la bibliotecaria Molly Molloy y todos sus datos sobre asesinatos en Juárez. Los tiene recogidos por años desde 2007 hasta la actualidad. Hace división entre hombres y mujeres. "Lo siento. Tengo esta cosa por los números", se disculpa en varias ocasiones durante su intervención. Una hora y cuarto utiliza para explicar la violencia en Juárez en vez de 30 minutos, el tiempo que tenía asignado en un principio. Todavía así, no se hace excesivamente largo. Su imagen frágil, es delgada y baja, contrasta con su conocimiento de los cárteles en la frontera. Tiene un listado de mil personas a los que manda información sobre la narco guerra. A veces ofrece incluso ideas sobre artículos a los reporteros de los grandes periódicos de Estados Unidos.

El periodista Emilio Gutiérrez Soto habla sin pelos en la lengua cuando se le pregunta las razones que llevan a Estados Unidos a negar el asilo político a sus compatriotas. "Muy sencillo. México vive en una guerra que se inventó Calderón (por el anterior presidente), y que ha seguido alguien que compró la presidencia, que es inepto y corrupto, y le conviene más callarse o tratar de ocultar la realidad que enfrentarla. Ahora tenemos aproximadamente 26.000 personas desaparecidas y contamos con más de 130.000 asesinatos, de los cuales ni siquiera el uno por ciento se ha esclarecido. Los mexicanos viven en un mundo de impunidad. En la mayoría de los casos, algún funcionario público está involucrado. Son miles y miles de mexicanos los que están solicitando asilo político. Los puentes se van a llenar porque las autoridades mexicanas son incompetentes para brindar seguridad a los mexicanos", anticipa Emilio Gutiérrez Soto en caso de que Estados Unidos abriese la mano con la facilitación del asilo político a los mexicanos.

Al periodista, le gusta cocinar. Encuentra casi todos los productos de su país al otro lado de la frontera. Pero, no es lo mismo. Todavía así, diferentes asociaciones en Las Cruces (Nuevo México), bastión liberal del estado, se han volcado con su caso, entre los que destacan los esfuerzos la Iglesia Universalista Unitaria. Sus miembros han organizado actos de recaudación de fondos para él, con los que han conseguido comprarle un puesto de comida ambulante. Todavía así, insisten en que el mexicano debe aprender inglés para presentar su caso al juez. Consideran que tendría más posibilidades de ganar el asilo político que pide. Pero, su mente parece estar en México. Al contrario que Marisol, que parece toma las cosas como vienen, a Gutiérrez Soto parece hervirle la sangre cada vez que trata la situación en México. Al fin y al cabo, Marisol es una niña. A veces da la sensación de haber sido una hoja que se ha caído de un árbol que va ahora por un río a la deriva. El tiempo dirá qué será de ella. Por lo pronto, reconoce que "yo siempre había soñado con ser algo en la vida". Ahora nos queda esperar unos cuantos años para averiguar qué será de esta niña-mujer, declarada por los periodistas como la mujer más valiente de México.