
Familia
Las tronas para bebés: características y diferentes modelos que podemos encontrar en el mercado actual

Las tronas para bebés se han convertido en los últimos años en elementos fundamentales para cualquier familia. Gracias a ellas, el más pequeño de la casa podrá contar de forma segura con su propio espacio en la mesa de los mayores para comer, aunque todavía haya que ayudarle a ello.
Las tronas para bebés se han convertido en los últimos años en elementos fundamentales para cualquier familia. Gracias a ellas, el más pequeño de la casa podrá contar de forma segura con su propio espacio en la mesa de los mayores para comer, aunque todavía haya que ayudarle a ello.
El niño podrá comenzar a utilizar las tronas bebé a partir de los 6 meses, siempre y cuando pueda mantenerse sentado sin necesidad de ayuda. En el mercado actual hay una gran cantidad de modelos y tipos que pueden diferenciarse a partir de una serie de características comunes y adicionales.
Precisamente, el modelo de trona para bebés condicionará un poco el uso de la misma. Por ejemplo, si se trata de una trona fija o plegable el niño la podrá utilizar hasta los 3 años aproximadamente. Pero si estamos frente a una trona convertible y evolutiva su uso se podrá prolongar algo más en el tiempo, llegando a convertirse en una silla habitual hasta los 6 años.
Hay una serie de características, recogidas por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que son comunes y que debe reunir cualquier trona de bebé que se precie:
· Seguridad: la trona debe contar con un arnés o un cinturón para que el bebé no se caiga, además de bloqueos de seguridad en la bandeja, en la altura del asiento y en las ruedas; el diseño de la trona debe disponer de cantos redondeados para que los niños no se hagan daño y no incluir partes empotradas en las que el bebé pueda pillarse la mano.
· Materiales: las tronas para bebés están fabricadas en metal (muy resistentes y ligeras), plástico (sólidas, higiénicas y ligeras) o madera (las más sólidas, pero a su vez las más pesadas).
· Asiento: el asiento de la trona debe ser amplio y cómodo, a ser posible acolchado y de plástico, ya que estos últimos son más fáciles de limpiar que los de tela.
· Ligereza: cómoda para transportarla de un sitio a otro y que disponga de ruedas.
· Bandeja extraíble: una bandeja de este tipo facilita sentar cómodamente al niño, siendo además fácil de limpiar.
· Adaptable al crecimiento del bebé: si la trona se puede adaptar al crecimiento del niño se podrá usar durante más tiempo.
· Respaldo reclinable: ideal para que los niños puedan dormir después de comer o para aquellos que tardan mucho en comer.
· Trona plegable: es aconsejable que la trona soporte bien la verticalidad para que no vuelque fácilmente.
En el mercado actual hay un buen número de tipos diferentes de tronas para bebés. Los más comunes suelen ser los siguientes:
· Tronas fijas: tienen una altura de asiento predeterminada que no se puede subir ni bajar y bandeja extraíble; sencillas y cómodas, no se pueden reutilizar cuando el niño crece.
· Tronas plegables: permiten reclinar el respaldo en varias posiciones y modificar la altura del asiento; suelen venir con ruedas, asientos acolchados y se pliegan para no ocupar espacio cuando no se usan; su precio es más caro que el de las tronas fijas.
· Tronas evolutivas: se pueden regular las posiciones y la altura para el respaldo y están fabricadas generalmente en madera; quizás son un poco incómodas para el niño, pero también duran más ya que al dejar de ser trona puede convertirse en una silla más.
· Tronas convertibles: tras usarse como trona también sirven como silla y mesa para niños entre 3 y 6 años.
· Tronas hinchables: están formadas por un asiento con un arnés que se coloca sobre la silla y son ideales para llevar de viaje; apenas ocupan espacio al desinflarse y son muy ligeras, aunque por el hecho de ser blandas no están recomendadas para el uso diario.
· Tronas acoplables a la mesa: a diferencia de las anteriores, cuentan con una estructura metálica con adaptadores en el asiento para ajustarlas a la mesa, siempre y cuando puedan soportar el peso del niño
Tal y como puede verse, cada uno de los tipos y modelos de tronas para bebés presenta sus ventajas e inconvenientes. Detalles que habrá que tener en cuenta antes de la compra de una de ellas.
El objetivo final de las tronas para bebés es permitirle al niño estar seguro en el momento de comer. De esta manera, los padres se sienten tranquilos de que su hijo está protegido mientras se sienta a la mesa con ellos.
Pero al mismo tiempo, estas tronas permiten una mayor integración del niño con la familia. El bebé podrá disfrutar de su espacio y de su propia comida de una manera un tanto diferente a la habitual. Tendrá su asiento exclusivo y estará a la misma altura que sus padres para verlos y sentirse protegido.
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