Convierte tus recetas en platos saludables con ¿la sal más pura del mundo?

La sal rosa del Himalaya proviene de Pakistán y se considera la más pura y libre de contaminantes del planeta. Se comercializa en forma de cristales de color rosado y a su consumo se le atribuyen múltiples beneficios como el aumento del nivel de energía, la regulación del pH de la sangre o la reducción de la retención de líquidos. Es más, como otros muchos alimentos, la sal rosa del Himalaya ha trascendido las barreras gastronómicas y se ha colado en nuestros neceseres gracias a marcas como Somatoline, que ha creado a partir de ella un exfoliante reductor (19,90 €) de venta en farmacias. Modelos como Ariadne Artiles o Gisele Bundchen utilizan la sal rosa del Himalaya en sus platos pero ¿es esto estrictamente necesario?

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La comida está lista 👩🏽‍🍳 🥦🥑🥕🥒 Las lentejas siguen siendo uno de mis platos preferidos aún con este calor, por eso en casa las preparo bien frías en una ensalada llena de color. En #lacocinadeari seguimos con la iniciativa que comenzó #paulmccartney donde nos invita a comer al menos un dia a la semana sin ningún producto animal por nuestra salud y por el abuso que existe hoy al resto de animales. (nosotros lo hacemos muchos días a la semana pero me gustaría que todos intentáramos al menos un día a la semana y el cambio sería muy grande) La receta de hoy es muy sencilla solo lleva lentejas cocidas, aguacate 🥑, zanahoria 🥕, cebolla roja, tomate 🍅, pepino 🥒 y un aliño de aceite de oliva y zumo de limón con un toque de sal del Himalaya . #goveganonedayaweekwithari #vegan #veganfood #hazdetucomidatumedicina✨

Una publicación compartida de Ariadne Artiles (@ariadneartiles) el 15 Jul, 2019 a las 5:41 PDT

Como sabes, porque en esta cabecera te lo hemos contado, un estudio reciente evidencia que los españoles toman más sodio en la mesa del recomendado. Su exceso se debe, principalmente, al abuso de ultraprocesados, quesos, pan y galletas. Todos somos conscientes de que un elevado consumo de sal no es recomendable. La Organización Mundial de la Salud (OMS) pone como objetivo no superar los cinco gramos de sal al día porque la sal en exceso se asocia con un aumento de riesgo cardiovascular o hipertensión entre otras cosas. Sin embargo, el consumo excesivo de los productos mentados hace que los españoles consumamos casi el doble de sal de la que deberíamos, es decir, nueve gramos de sal al día en lugar de los cinco gramos que recomienda la OMS.

La sal resulta perjudicial para la salud porque tiene un elevado contenido en sodio. El sodio es un mineral esencial para nuestro organismo. Sin embargo, su exceso provoca el aumento de la tensión arterial y todo lo que esto implica. Pero ¿es por esta razón por la que deberíamos consumir más sal del Himalaya y menos sal común? Rotundamente no. La sal rosa tiene un 98% de cloruro sódico frente al 99% de la sal común. La diferencia es mínima. Sin embargo, la sal del Himalaya contiene otros minerales como el calcio, el magnesio o el potasio. ¿Es esto lo que la hace especial en las comidas? Tampoco. Como nos dice la dietista- nutricionista Bárbara Hernandez, creadora del proyecto Cocosinsal, tendríamos que consumir ingentes cantidades de sal para dar a nuestro organismo el aporte de minerales que necesita. Cosa que carece de sentido cuando, además, estos minerales están presentes en otros alimentos naturales (sin sal). Así, la diferencia sustancial entre una sal y otra es el precio porque por su origen, la sal rosa del Himalaya es notablemente más cara. “Es un producto marketiniano con un precio mucho mayor al de la sal común sin ninguna diferencia salva el color”, nos ha dicho el dietista- nutricionista Antonio Andújar, que además nos ha revelado que su color rosa se debe a la mayor presencia de hierro.

Lo que sí tiene razón de ser es que disminuyamos el consumo de sal en nuestra vida diaria. Conviene saber que que un producto tiene mucha sal cuando aporta una cantidad superior a 1,25 gramos de sal por cada 100 gramos. Esto lo podemos ver por medio del etiquetado de los productos que compremos en el supermercado. Los tomates o las manzanas no lo señalan, claro. Estos en realidad son productos por los que sí merece la pena apostar. ¿La mejor de las noticias? Que a fin de cuentas queda una vez más demostrado que comer sano no es caro.

No hay que dejar la sal, solo reducir su consumo en productos ultraprocesados

Bárbara Hernández nos ha recordado que nuestro cuerpo necesita sal. La sal es un ingrediente saludable y no tenemos por qué dejar de consumirla sino padecemos alguna patología que lo determine. Es el exceso lo que no es bueno. Tampoco lo son los ultraprocesados, que además de llevar muchísima sal, llevan otros muchos ingredientes que son perjudiciales para la salud. Las especias nos pueden ayudar a reducir el consumo de sal pero no se trata de eliminarla por completo de nuestra alimentación.