Siete pueblos costeros maravillosos (y casi desconocidos) en España para disfrutar de unas vacaciones tranquilas en época de coronavirus

Ante la compleja situación que nos está tocando vivir este verano, el más atípico que se recuerda, son muchos los españoles que han decidido dejar de lado los destinos más turísticos y optar por lugares menos conocidos, más pequeños. Localidades alejadas de masificaciones donde la paz sea la única protagonista, sin olvidarnos del mar, por supuesto.

Si eres uno de ellos, sigue leyendo, esto te interesa. Hemos elegido siete pueblos costeros espectaculares, algunos de ellos totalmente desconocidos para la gran mayoría, en los que poder disfrutar de unas vacaciones de ensueño junto a la playa sin preocupaciones ni miedos. ¿Cuál eliges?

Mundaka - Vizcaya

Al norte de la provincia de Vizcaya encontramos este espectacular pueblo costero, considerado una de las grandes joyas del País Vasco. Paraíso para los aficionados del surf, este recóndito lugar de alrededor de 2.000 habitantes cuenta con paisajes naturales inmejorables, como es la isla de Ízaro, situada frente a la costa. Naturaleza, mar y tranquilidad.

Llucalcari - Mallorca

Si buscas un lugar con encanto, este pequeño pueblo mallorquín, también conocido como Es Carrer debe ser tu elección. Situado a tan solo 3 kilómetros de Deià, esta formado por apenas una veintena de viviendas que dan lugar a una de las imágenes más idílicas de la isla.

Recomendación: por la antigua escalera de piedra que desciende entre bancales de olivos y pinos, podemos llegar hasta Es Canyaret, una espectacular cala de piedras y rocas conocida por sus transparentes aguas cristalinas.

Torredembarra - Tarragona

Situado en el corazón de la Costa Dorada, este pueblo marinero se encuentra a tan solo unos 12 kilómetros de Tarragona. Desde las huellas de la antigüedad romana hasta la modernidad de su puerto, Torredembarra ofrece, además de un tiempo inmejorable, la posibilidad de enamorarte a diario de sus calles y paseos. Un sueño repleto de paz en pleno Mar Mediterráneo.

Tazones - Asturias

Guarda la esencia de aldea asturiana que tanto cautiva a sus visitantes. Fue uno de los pueblos marineros más importantes en épocas pasada, cuenta con calles empedradas, bajas casitas, pequeños caminos que se cruzan... El encanto de Tazones también recae en la popularidad de sus mariscos y en las huellas jurásicas halladas alrededor de su playa.

Salobreña - Granada

Hablamos de uno de los pueblos más bonitos del litoral granadino. Entre el mar y las cumbres de Sierra Nevada, Salobreña ofrece un casco antiguo histórico, con el color blanco como eje central de sus paseos, legado nazarí, y una de las playas más tranquilas y limpias de la costa, así como diversas calas y recónditas que merece la pena descubrir.

Garachico - Tenerife

Uno de los lugares más mágicos de Tenerife. En sentido literal. Durante años fue el principal puerto comercial de la isla, pero en 1706 la erupción del volcán de Arenas Negras arrasó con gran parte de la villa y el puerto. Parte de la lava transformó el entorno y dio lugar a las famosas piscinas de rocas que hoy conforman este maravilloso lugar, uno de sus grandes reclamos.

Pese a la catástrofe, los vecinos lograron preservar el patrimonio y belleza de Garachico, y situaron este pueblo en uno de los más bonitos de la isla, con una gran historia detrás.

Comillas - Cantabria

Es, sin duda, uno de los rincones cántabros más espectaculares, situado a tan solo 15 km de Santillana de Mar y San Vicente de la Barquera. La arquitectura única, declarada Conjunto Histórico-Artístico, y el espectacular entorno natural con el que cuenta Comillas lo elevan como un destino obligatorio para cualquier amante de la naturaleza, la gastronomía y la arquitectura.