La columna de Carla de La Lá

Ahora que se abran los garitos

Estos son los planes para el principio de la estación (que es el otoño más bonito y goloso) que yo les recomiendo.

Ahora que se abran los garitos.
Ahora que se abran los garitos.archivo

Ayuso, sin cuya encantadora insolencia, el PP sólo significaría un bostezo (como Ciudadanos), esa mujer que claramente disfruta la vida sin contar calorías, libera Madrid de muchas de sus restricciones una vez más: en las terrazas se podrán reunir grupos grandecitos, de esos que uno jamás desearía tener cerca; los bares y restaurantes podrán cerrar a la hora acostumbrada en el Antiguo Régimen, los teatros y salones de actos podrán recibir todo su aforo y las discotecas y garitos (no me ha gustado un garito ni de adolescente) volverán a su clásica actividad noctámbula. Y ¿saben qué? Me da lo mismo, es decir, me alegro por los empresarios y sus negocios, ¡cómo no!, me alegro por Ayusator y su divertido rol, tan necesario, de Juana de Arco… y me congratulo por los consumidores de speed pero, en mi caso, la vida discurrirá esta temporada, con moderación, exactamente igual que si continuaran las restricciones. Estos son los planes para el principio de la estación (que es el otoño más bonito y goloso) que yo les recomiendo con todo cariño:

  • Dejar de fumar: durante las vacaciones me pareció un absurdo contenerme pero ahora tengo pensado hacerlo, de una vez por todas, con parches, con champix (¿¿qué nombre más ridículo es ese??), con una metralleta… ¡como sea! Para después volver a la primera de cambios.
  • Salir de Madrid: necesitamos praderas, sembrados, dehesas, donde nuestros perros rían y nuestros hijos hagan la croqueta sobre la hierba perfumada, más aun, yo me veo sobrevolando, a lomos de un pájaro rosa, los paisajes más exóticos y escapistas propios del Modernismo de Rubén Darío… Cierro los ojos y aparezco en un palacio oriental con su mandarín de porcelana pintado en un jarrón Ming… (no me he tomado un tripi, que es muy temprano)... De hecho, me conformo con subir y bajar sofocada las dolorosas cuestas de Robledo de Chavela
  • ¡Un amor apasionado!: yo creo ciegamente en esa cursilada de la media naranja, amigues, y este otoño, en mi estación predilecta, si Dios quiere, me caso, aunque no tengo ni fecha, ni vestido, ni catering (ni falta que me hace) pero sí un novio maravilloso ¿Qué más se puede pedir?
  • Nuevos hábitos: es hora, queridos de echar mano de la tecnología y de los últimos avances de la nutricosmética y empezar a tomar a diario liposomas de Altrient, por ejemplo, Vitamina C… Magnesio…etc.
  • Caballos: ¿Quieren dormir mejor? ¿vivir más tranquilos? Acérquense a los animales con empatía. Este verano he conocido a una mujer inspiradora, Maribel; una ranchera madrileña (propietaria de Rancho Lakota) con la que mi hija Inés y yo alimentamos, lavamos, peinamos, ensillamos, susurramos, mimamos y montamos a los caballos con amor. Se llama Doma Racional y es de lo más gratificante y terapéutico.
  • Arte: Visitar exposiciones abre las entendederas y es ansiolítico; yo quiero ir ya mismo, con mis hijos (aunque sea drogados y amordazados) y su papá, a ver la retrospectiva de Magritte, La máquina Magritte, que ha llegado al Thyssen; por cierto, más tarde viajará al Caixaforum de Barcelona.
  • DiverOsénior: si ustedes rondan los sesenta o más no dejen de asistir, los días 1, 2 y 3 de octubre a la feria de la “Diversión”, como lo leen, para personas senior. Un espacio en el que, durante 3 días, podrán disfrutar de música, catas de vino, degustaciones de alimentos saludables y gourmet, tendrán acceso a las técnicas más modernas en el cuidado de la salud y belleza, mindfulness, deportes, viajes y conocerán nuevas formas de vivir como el cohousing, coliving, casa hotel, etc., para disfrutar de esta etapa de la vida sin restricciones.
  • El ballet: una de las actividades que más recomiendo para hombres y mujeres, niños y mayores, gordos o delgados, espirituales o materiales; el ballet, entre deporte y Arte, es un verdadero bálsamo para el alma.
  • Ayuda: el otoño es duro, sobre todo para las madres trabajadoras; ¿es posible trabajar y criar? ¡Sí! Aunque la capacidad de la mujer de desarrollar muchas tareas de forma simultánea ha sido sobrevalorada e instrumentalizada por la sociedad; por eso, les recomiendo encarecidamente que busquen ayuda, una ayuda a su medida en Nanas & CO.
  • Celebrar: Ir a bodas (de otros), comuniones y todo tipo de reuniones confesionales y aconfesionales donde sea obligatorio vestir de etiqueta (y beber mucho en copas de cristal finísimo).
  • Dejar de beber: Ahora está de moda no ingerir ni una sola gota nunca, en modo Jennifer Lopez o Reina Letizia… mientras alcanzamos ese grado de elevación, amigues, deberíamos hacernos con una buena bodega casera en Delivinos, bajo el asesoramiento de Jacinto, su propietario, para luego invitar a nuestros allegados a degustarlas…
  • Vestir: El otoño es sin duda la época más propicia para disfrutar del estilo y proyectarlo, si uno tiene, claro está. Yo cualquier día voy a ponerme un vestido de gasa, unos tacones de aguja, un collar de perlas, un tocado y salir a la calle vestida como Mia Farrow en El gran Gatsby. Y actuar como ella.
  • Amar: ¿Y qué mejor que con una cena para dos en el restaurante más romántico de Madrid, Bodega de los secretos.?