Hablan los expertos

La alimentación antiinflamatoria es clave durante la (peri)menopausia y así puedes empezar a integrarla

Desde qué alimentos priorizar hasta los suplementos que marcan la diferencia, esto es todo lo que necesitas saber para cuidarte mejor en esta etapa

Las claves para integrar en tu alimentación +40.
Las claves para integrar en tu alimentación +40.@reyestorresorma

La menopausia (y la perimenopausia, esa etapa previa en la que el cuerpo ya empieza a cambiar) no solo se nota en la piel, el estado de ánimo o la energía. También tiene mucho que ver con lo que comemos. Y no, no hablamos de una dieta más para perder peso, sino de un enfoque mucho más amplio: una forma de alimentarnos que reduzca la inflamación, mejore el metabolismo y nos haga sentir más en sintonía con nuestro cuerpo.

Porque en este momento de la vida a menudo tan poco visibilizado y lleno de tabúes, lo que realmente necesitamos es recuperar el equilibrio. No solo hormonal, también digestivo, emocional y energético. Y ahí, la alimentación antiinflamatoria se convierte en una herramienta poderosa de autocuidado. ¿El objetivo? Dejar atrás los sofocos, las piernas cansadas y la retención de líquidos y reencontrarnos con una vitalidad plena, real y sostenible.

Cómo adoptar una alimentación antiinflamatoria (y por qué es tan importante en esta etapa)

Las bases de una dieta antiinflamatoria son tan simples como efectivas: frutas y verduras frescas, proteínas magras, grasas saludables como el omega-3, cereales integrales, frutos secos, semillas y especias antioxidantes. Pero más allá de los alimentos concretos, lo importante es el enfoque: reducir los ultraprocesados, escuchar nuestro cuerpo y adaptar la alimentación a nuestros ritmos biológicos.

Según Guadalupe Gómez Lucena, coach nutricional y experta en salud femenina, estas son las cuatro claves imprescindibles para integrar este tipo de alimentación durante la (peri)menopausia:

  • Reducir la inflamación crónica con alimentos ricos en antioxidantes, grasas buenas (como el AOVE o los omega-3) y especias como la cúrcuma, y eliminando azúcares y procesados.
  • Cuidar la salud digestiva, ya que un intestino desequilibrado puede aumentar la inflamación y dificultar la absorción de nutrientes esenciales como el calcio o el magnesio.
  • Estabilizar los niveles de glucosa, evitando picos de insulina que afectan al estado de ánimo, al sueño y al peso abdominal.
  • Reconectar con el cuerpo, respetando el hambre real, los descansos y el movimiento sin imposiciones ni restricciones.

Un recurso práctico para empezar es adaptar el famoso Plato de Harvard a esta etapa: la mitad del plato con frutas y verduras, un cuarto con proteínas de calidad (pescado, huevos, legumbres, carne magra) y otro cuarto con carbohidratos complejos como arroz integral o boniato. Todo ello acompañado de grasas buenas y, si lo necesitas, complementos que refuercen lo que no llega solo con la alimentación.

¿Y si la alimentación no basta? Apuesta por la nutricosmética como aliada

La bajada de estrógenos en esta etapa también implica una menor protección natural frente a la inflamación. Por eso, como apunta Frédérique Labadie, coach de nutrición certificada por Harvard y fundadora de Days of Confidence, incorporar suplementos de calidad puede marcar la diferencia.

Complejo serenidad, de Days of Confidence (39 euros)

Complejo serenidad.
Complejo serenidad.Days of confidence

Un suplemento con ashwagandha, un adaptógeno con efectos ansiolíticos y antidepresivos que ayuda a reducir el cortisol, calmar la ansiedad y mejorar el estado de ánimo. Ideal si los cambios hormonales están alterando tu descanso o tu estabilidad emocional.

Complejo détox, de Days of Confidence (39 euros)

Complejo détox.
Complejo détox.Days of confidence

Suplemento a base de chlorella, un alga rica en clorofila, antioxidantes y prebióticos que mejora la salud digestiva y ayuda a reducir la hinchazón, tan habitual en la menopausia.

Cuidar lo que comes durante la (peri)menopausia no es una imposición, es una revolución silenciosa y poderosa. Una forma de reconectar contigo misma, mejorar tu bienestar desde dentro y abrazar esta nueva etapa con confianza, energía y, sobre todo, con conocimiento. Porque sí: la alimentación puede ser tu mejor aliada para vivir esta transición como lo que realmente es, una oportunidad para cuidarte mejor que nunca.