Belleza
«La sociedad española cree equivocadamente que todo lo que viene de China es malo»
Tras sendas trayectorias profesionales intensas, en las que han conjugado el trabajo por cuenta ajena con el desarrollo de iniciativas empresariales propias, ahora se han lanzado a expandir no sólo por España, sino por toda Europa y, por qué no, más allá del Atlántico, una marca china. No es una de cosmética más, porque ésta formulada por Dai Chun Lin, quien le da su nombre a la misma, no sólo tiene una finalidad estética. Ante todo, busca la salud de la piel de quienes se la aplican.
Las Rudilla, Antonia y Blanca, se autodefinen como «dos hermanas muy emprendedoras». ¿Por qué? «Cuando tenía veintitantos años –explica Antonia– comencé en el campo publicitario. Comercializaba espacios de distintos medios de comunicación. Más tarde, montamos una empresa de diseño de bolsos y relojes que tuvo mucho éxito. Después de un tiempo dedicada plenamente a mi familia, hace un par de años decidí volver y, desde entonces, estoy volcada en sacar adelante, junto con mi hermana, este proyecto. Blanca, por su parte, cuenta con formación jurídica. «Trabajé –relata– para medios de comunicación como abogada durante 20 años. Fundé en 1997 la primera agencia de adopción internacional que fue acreditada por el Gobierno chino. En estos 20 años más de 7.000 familias españolas han adoptado niños a través de nuestra gestión. Continúo trabajando como letrada, muy focalizada en problemas de la infancia, y ahora también entregada en expandir, de momento en España y Europa, esta empresa de cosmética tradicional china».
– ¿Qué ha supuesto para usted (Blanca) estos cuatro lustros?
– Blanca Rudilla (BR). Es una entidad sin ánimo de lucro con una gestión muy profesional. Desgraciadamente, en España se confunde frecuentemente el carácter no lucrativo con el trabajo gratuito. Su éxito se debe a que hemos trabajado siempre de manera competente y contando con los expertos necesarios. En estas dos décadas he aprendido a amar a China... y a vivir en una continua montaña rusa.
– ¿Por qué ha optado en esta ocasión por compartir el emprendimiento?
– BR. Sencillamente porque surgió la oportunidad. Conocimos estos productos que nos parecieron interesantísimos y beneficiosos para la piel y la salud, y pensamos que merecía la pena aventurarnos a compartirlo con Occidente porque eran totalmente desconocidos y, además, no existía nada igual por estos lares.
– ¿Tienen la exclusiva para toda Europa?
– Antonia Rudilla (AR). Sí y también somos sus responsables sanitarios. Nos hemos encargado de realizar los registros y todos los trámites legales pertinentes.
– ¿Cuál es su valor diferencial?
– AR. Básicamente, el beneficio que genera en la epidermis, ya que ni satura los poros ni la mancha. Benefician la salud. Debe proyectar una imagen de pureza e higiene. Los maquillajes, por ejemplo, tienen color pero te hidratan, los labiales también y además te protegen contra los herpes, y los polvos de perlas contienen 18 aminoácidos que reactivan los propios de tu piel.
– BR. Contribuyen a conseguir lo que todos buscamos y, además, te fortalecen la piel.
– ¿Qué planes de expansión tienen?
– AR. Nos hacía muchísima ilusión que este maravilloso producto entrara en Occidente por Madrid.
– BR. Estamos creciendo mucho en el canal on-line. Vamos a empezar a posicionarnos en cinco países del Viejo Continente a través de Amazon. Y, paralelamente, estamos estudiando abrir tiendas propias o incluso franquiciar. El objetivo es que los producto del señor Dai estén muy pronto en los principales núcleos urbanos de Europa.
– ¿Habéis pensado en particularizar algún producto para España?
– AR. Hemos ampliado tonos buscando adaptarlos a los gustos europeos.
– ¿Han hecho alguna estimación de los años –todos ellos intensos, claro– que necesitan para conquistar el mercado?
– BR. Creo que lo hemos seducido desde el primer día porque el producto fascina. Esperamos que en cinco años tengamos una cuota considerable.
– ¿Aspiran a tener la exclusiva en otras partes del mundo?
– BR. Todo irá seguido. Iberoamérica es un mercado natural. Tenemos mucho trabajo hecho. Ya lo hemos etiquetado en cinco idiomas.
– Ambas son amantes de la cultura china, ¿qué deberíamos aprender de ese pueblo en el ámbito de la economía y de los negocios?
– BR. Los chinos no son tan difíciles como se cree. El idioma complica las relaciones... Si eres capaz de llegar a ellos explicándoles la idea de negocio real, te ganas su confianza y fomentas las relaciones, los negocios pueden ser muy exitosos?
AR. Son muy constantes y no se salen del camino que se marcan.
– ¿Cuáles son las principales dificultades con las que se han enfrentado para implantar esta marca en España?
– La principal, la mala imagen del país asiático. Aquí se piensa equivocadamente que todo lo que viene de allí es de mala calidad. Nuestros productos demuestran lo contrario. Además, en este país, el empresario se encuentra totalmente solo. Es sangrante la falta de apoyo que tiene. La senda burocrática que hemos tenido que recorrer la hemos ido descubriendo casi a ciegas. Necesitas mucha tenacidad.
– ¿Resulta difícil trabajar con una socia que es tu hermana?
– AR. No. Nos compenetramos estupendamente la confianza mutua es enorme.
BR. Somos complementarias. Incluso, nos entendemos con una simple mirada.
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