Belleza masculina: ¡Por los pelos!

¿Sabías que el 65% de los hombres padece alopecia frente al 20% de las mujeres?

En cuestión de cabello, ellos llevan desventaja. Pero no hay que alarmarse: existen tratamientos y soluciones muy efectivas para hacer frente a la calvicie. ¡Estate atento!

“Mi pelo empieza a clarear”, “estas entradas no las tenía hace un mes”, “¿qué le ha pasado a mi coronilla?”. Estas frases son habituales en los hombres cuando se dan cuenta de que empiezan a perder cabello. Frente a esta situación, muchos recurren al típico truco de cubrir la zona menos poblada con pelo de otra zona en la que haya más. Pero no siempre es posible.

Hay quienes se resisten a verse sin pelo y buscan soluciones anticaída, complementos alimenticios y otras vías para frenar la incipiente pérdida. “Hay pacientes con alopecia que presentan una importante afectación de su calidad de vida”, asegura el doctor Sergio Vañó Galván, director de la unidad de Tricología del Hospital Universitario Ramón y Cajal. “Esto ocurre con quienes padecen alopecia areata universal, ya que pierden todo el pelo del cuerpo, o en los casos de foliculitis decalvante en los que, además de la alopecia, los pacientes presentan incómodos síntomas, como picor o dolor del cuero cabelludo”, precisa Vañó.

¿Trasplante o implante?

Ante la pérdida capilar muchos cogen la maquinilla y se rapan -una opción rápida y muy práctica- y otros optan por someterse a una operación estética para recuperar su aspecto habitual. El trasplante capilar es una de las soluciones más recurrentes, aunque requiere de unas circunstancias concretas. “Debe realizarse a partir de los 20-25 años y una vez estabilizada la alopecia”, afirma el dermatólogo.

Esta técnica solo se puede dar en los casos en los que haya suficiente cabello que pueda ser extraído y trasplantado a una zona menos poblada o sin pelo. El trasplante suele ser bastante efectivo, pero el resultado final llega a los 15 meses -aunque es visible mucho antes-, por lo que hay que tener un poco de paciencia.

Manel Herrer Vázquez, un ingeniero de 34 años que trabaja en la banca, la tuvo. Se sometió a un trasplante en Turquía -concretamente, en Estambul-, donde hay unas 300 clínicas que se dedican a ello y resulta entre tres y cuatro veces más barato que en España. Herrer quería someterse a la intervención desde hacía una década, pero le parecía muy caro. Hasta que, leyendo por Internet e informándose, descubrió que Turquía era un buen lugar para hacerlo. “A esto se unieron mis ganas de conocer Estambul”, confiesa el ingeniero, quien reservó cita en marzo y se sometió al trasplante el pasado 12 de octubre. “Todo el proceso fue genial, me trataron de manera exquisita y, cuatro meses después de la operación, los resultados son mejor de lo esperado”, reconoce Herrer, cuyo tratamiento le costó 1.850 euros -lo hizo en una clínica de nivel medio/alto-.

Manel recomendaría esta operación a cualquiera que estuviera en una situación parecida a la suya. Sin embargo, quienes no tengan paciencia y busquen una solución inmediata y efectiva -y estén dispuestos a invertir unos 6.000 euros-, la mejor opción es el implante capilar. Esta técnica consiste en injertar gradualmente, bajo el cuero cabelludo anestesiado, la cantidad de fibras deseadas, hasta repoblar la zona sin cabello. Requiere de pequeños implantes periódicos para mantener en buen estado la parte repoblada y también de una buena higiene del cuero cabelludo.

Ante todo, los expertos tienen claro lo esencial. “Lo importante es un diagnóstico médico adecuado que determine el tipo de alopecia para poder elegir el mejor tratamiento”, remarca el doctor Vañó, quien explica que existen más de 100 tipos distintos de alopecia. La androgénica, una condición hereditaria dependiente de la testosterona- es la más frecuente.

La clonación capilar

Al trasplante y el implante podría hacerles sombra una nueva técnica: la clonación capilar. Aunque hoy en día aún no se realiza en las clínicas especializadas, supondría la solución definitiva a la calvicie.

Esta técnica consiste en extraer células madre mediante un lipoaspirado de una zona donde el crecimiento del pelo es sano y fuerte. Tras vigilar su crecimiento y desarrollo en un laboratorio, se injertarían de nuevo en las zonas donde el pelo se ha caído, restableciendo así el crecimiento natural que tenía ese folículo antes de la pérdida capilar. De este modo, la masa capilar se ve más uniforme y el resultado es mucho más natural que la implantación pelo a pelo.

El doctor Dorian González, especialista en cirugía capilar de Clínica Planas, nos habla de esta técnica.

“Actualmente, la manipulación celular -como la clonación- está rigurosamente controlada y no está permitida para hacer tratamientos médicos”, avanza el experto. “La denominada terapia celular avanzada tiene unos protocolos muy estrictos y no existe ninguna terapia celular donde se puedan clonar folículos capilares”, advierte González, quien alerta del peligro del marketing y la publicidad engañosa para atraer a clientes potenciales.

A pesar de que aún no se lleva a cabo, el experto confía en que la clonación capilar pueda convertirse pronto en realidad. “Se estima que en un futuro cercano se puedan utilizar células madre progenitoras que, bajo estimulación, puedan diferenciarse en células del folículo piloso para posteriormente crear un cabello”, vaticina González.