Jardinería

Cómo duplicar la cosecha de fruta sin gastar dinero: un truco que resulta muy efectivo

No solo vale con cultivar la tierra

Cómo duplicar la cosecha de fruta sin gastar dinero: un truco que resulta muy efectivo
Cómo duplicar la cosecha de fruta sin gastar dinero: un truco que resulta muy efectivoCosecha de frutas y verduras

Al recoger los últimos frutos del verano, es inevitable que surja una idea en la cabeza: ¿Por qué no tengo más cosecha? Es un pensamiento que aparece cada año, cuando al llenar la cesta notas que algo ha faltado, que el árbol pudo haber dado más. Y ese sentimiento se intensifica al mirar más allá de los límites de tu huerto o jardín y ver cómo, al otro lado de la valla, el ciruelo del vecino rebosa fruta, las higuera da sombra bajo su propio peso y las ramas del peral casi tocan el suelo de lo cargadas que están.

Lo curioso es que muchas veces las condiciones son prácticamente las mismas: mismo clima, misma lluvia, tierra similar. Entonces, ¿por qué tanta diferencia?

En huertos caseros, donde el uso de fertilizantes y técnicas industriales no es lo común, hay otros factores que influyen en la productividad: el tipo de semilla o esqueje que se plantó, el momento en el que se hizo el injerto o, incluso, un simple consejo que alguien compartió en una conversación informal.

Más allá de lamentarse, hay algo que puedes hacer —y no cuesta nada—: cultivar no solo la tierra, sino también la relación con tus vecinos. Porque a veces, la clave para duplicar tu cosecha está justo al otro lado del cerco.

Por mi mano plantado, tengo un huerto
Por mi mano plantado, tengo un huertoLa RazónLa Razón

Esquejes entre amigos: una planta nueva, sin coste

Una de las formas más efectivas de multiplicar árboles frutales es a través de esquejes: cortar una rama de una planta sana y lograr que genere raíces. Este método, utilizado durante generaciones, es económico, eficaz y permite replicar exactamente las cualidades de una planta madre: sabor, resistencia, productividad.

De ahí que tener buena relación con los vecinos sea muy positivo.

Injertos compartidos: la técnica que mezcla sabores y fortalezas

Si los esquejes permiten copiar, el injerto permite combinar. Esta técnica consiste en unir parte de un árbol (el injerto) con otro (el portainjerto), y es una forma sencilla de obtener árboles más resistentes y con frutos diversos.

Ya no es raro ver en algunos barrios árboles que dan varias clases de manzanas o incluso diferentes tipos de peras y ciruelas en un solo tronco. Lo mejor es que no necesitas ser un experto para probarlo basta con un tutorial en Youtube.

Acolchado con materiales del barrio: tierra rica sin comprar fertilizantes

Mantener la tierra fértil sin gastar en abonos es posible gracias al acolchado casero, hecho con materiales orgánicos del entorno: hojas caídas, ramas trituradas, césped seco, etc.

Este tipo de acolchado conserva la humedad, reduce las malas hierbas y alimenta el suelo, ayudando a que los árboles frutales crezcan más sanos y den más frutos. Además, se aprovechan recursos locales que antes terminaban en la basura.

Refugios para insectos útiles: polinizadores al servicio del huerto

Sin insectos no hay fruta. Y por eso cada vez más personas instalan 'hoteles de insectos': pequeñas estructuras hechas con materiales naturales que sirven de refugio a abejas, avispas solitarias y otros polinizadores.

Al atraer más insectos beneficiosos, la polinización mejora y la producción de fruta aumenta, sobre todo en árboles como manzanos, cerezos y perales. Construir uno es sencillo, y muchos barrios lo hacen de forma colaborativa, convirtiéndolo en una actividad vecinal y educativa.