Manicura
No te lo están contando, pero las luces de secado de uñas pueden ser peligrosas: este es el motivo
Tu manicura perfecta podría tener un coste inesperado para tu piel y salud
Las manicuras semipermanentes y de gel se han convertido en un básico de belleza para millones de personas. Su promesa de uñas impecables, brillantes y resistentes durante semanas ha seducido a una clientela que valora la durabilidad y el acabado profesional. Esta popularidad se extiende tanto a los salones de estética como al auge de los kits domésticos.
El secreto de la longevidad de estos esmaltes se basa en una tecnología de secado rápido. Tras aplicar las distintas capas, las uñas se exponen a una lámpara especial que emite luz ultravioleta (UV) o LED. Esta radiación activa unos compuestos químicos en el esmalte, conocidos como fotoiniciadores, que lo polimerizan y endurecen en cuestión de segundos.
Sin embargo, la misma luz que acelera el proceso de secado está bajo el escrutinio de la comunidad científica. La preocupación surge al tratarse de radiación UV, un tipo de energía conocida por su impacto en la piel. Empieza a haber interrogantes serios sobre si esta exposición, aunque breve, podría tener consecuencias a largo plazo.
La luz que endurece tu esmalte... ¿y daña tu piel?
Un estudio reciente ha puesto el foco en los posibles efectos nocivos de esta exposición concentrada. Investigadores han alertado sobre la capacidad de estas lámparas para alterar la piel a nivel molecular, según informa 2trendies.
Los hallazgos sugieren que la radiación puede modificar moléculas clave de la piel, como la enzima tirosinasa. Esta enzima es fundamental para la producción de melanina, nuestra defensa natural contra los rayos UV. Su alteración podría reducir la capacidad de la piel para defenderse del sol y otros agentes externos.
Los científicos observaron que tan solo cuatro minutos de exposición, un tiempo típico en una sesión de manicura, ya provocan grandes cambios químicos. Se identificaron daños en lípidos, aminoácidos y enzimas esenciales presentes en la piel de las manos. Esto podría acelerar el envejecimiento prematuro de la piel y la aparición indeseada de manchas o léntigos solares.
Aunque las lámparas LED a menudo se promocionan como más seguras que las UV tradicionales, es importante matizar que también emiten radiación UVA. La diferencia principal es la intensidad y el espectro, pero el riesgo de exposición a este tipo de luz perjudicial no desaparece por completo.
Ante esta incertidumbre y los resultados preliminares de la investigación, dermatólogos recalcan la importancia de la protección. Lamentablemente, muchas lámparas no están reguladas de forma estricta ni informan claramente sobre los niveles de emisión de UV. Proteger la piel de las manos con guantes sin dedos o crema solar de amplio espectro antes de la sesión es una medida clave recomendada por los expertos.
Para quienes prefieran evitar cualquier riesgo, la manicura tradicional sigue siendo la alternativa más segura y sin exposición a radiación. No requiere luz para secarse, aunque su durabilidad sea menor. Otras opciones estéticas incluyen esmaltes de secado rápido sin lámpara o el uso de pegatinas decorativas para las uñas.