Doñaluz: Las «rooftops» también son para el invierno

Sí, hace fresco, el termómetro ha pegado un bajón. Sin embargo, nos gustan las azoteas en invierno y más si podemos disfrutar de unas bonitas vistas de la capital. Por eso, dedicamos estas líneas a Doñaluz, un oasis en pleno centro, situado a escasos metros de la Puerta del Sol. Parece que nos podemos encontrar en un patio colonial de Cartagena de Indias, pero no, estamos en la última planta del hotel B&B. Cuenta con una cocina abierta con horario ininterrumpido, así que se puede empalmar la hora del vermut con la de comer. Incluso, rendir tributo a la merienda, que tanto nos gusta, y reservar mesa para la cena. Nos cuenta el cocinero que apuesta por una fusión de sabores y que los platos de América del Sur ocupan un lugar privilegiado. Lo suyo es pedir varias raciones para compartir, la mayoría para comer con los dedos, una tendencia que entusiasma. Para abrir boca, el guacamole con jalapeños, dados de salmón y totopos de maíz es tan buena opción como continuar con las arepas, tanto la de pollo estilo tinga poblana, guacamole, bacon crujiente y plátano como la de cochinillo con tomate fresco. Dentro del apartado «sabores principales», destacan las opciones más demandadas por los paladares carnívoros, ya que muy ricos son los chorizos criollos, hechos a la brasa y servidos en su punto perfecto, para disfrutar con chimichurri, y la picaña de res a la brasa acompañada de piña. Y como los helados también son para el invierno, terminamos con los de la casa valenciana Artesanos Soler.