El mejor camarón gallego desembarca en Burela

El restaurante madrileño Burela sorprende estos días al comensal con los exquisitos camarones, aunque su extensa carta no defrauda

El camarón gallego es una de las delicias más sabrosas y exquisitas de la costa gallega. Este crustáceo se pesca de forma muy artesanal en la Costa da Morte, lo que aumenta su valor. Sin embargo, se trata de un manjar que bien merece la pena probar al menos una vez al año. Puestos a elegir, un buen lugar para chuparse los dedos con esta delicia es el restaurante madrileño Burela, un local situado en el número dos de la calle Nardo, en el barrio madrileño de Tetuán, muy próximo a la emblemática Plaza de Castilla, que estos días cuenta con unas jornadas gastronómicas dedicadas a los camarones, que pueden degustarse desde 16 euros los cien gramos.

El nombre del restaurante ya nos da una pista de lo que podemos encontrar en sus mesas. Y la calidad es su mejor garantía, no en vano en susmás de 20 años de trayectoria ha logrado una clientela muy fiel que no falta a las citas más emblemáticas de cada temporada. Tal y como su dueño recomienda, Camilo Paredes, «ahora es un excelente momento para degustar los auténticos camarones gallegos, sin duda uno de los productos estrella durante estos meses y que se diferencia porque adquiere un color rojo intenso, mientras que el camarón del atlántico tiene un tono mas pálido».

Pero no sólo de camarón gallego puede alimentarse el comensal que se sienta en la mesa de Burela, «pues aquí siempre hay un excelente marisco», tal y como confirma Paredes, del que merece la pena dejarse guiar para no errar en la decisión de disfrutar comiendo. «Nuestra especialidad es el marisco, los pescados salvajes y, de manera destacada, la merluza», confiesa Paredes, aunque tampoco faltan otros pescados frescos como el rodaballo a la gallega y a la plancha; la lubina a la espalda o el rape a la marinera. De hecho, aquí el secreto del éxito pasa por apostar siempre por productos muy frescos, recién llegados de la lonja, pero elaborados de forma sencilla, sin quitar protagonismo a la materia prima y sin caer en adornos innecesarios.

Además de pescados, tampoco faltan las carnes gallegas, como el chuletón, el solomillo o las deliciosas chuletillas de cordero. Y merece la pena hacer hueco para el postre, pues todos son caseros y tradicionales, como las filloas. Más información en la web www.restauranteburela.es y en el teléfono 91 571 17 24.