Elecciones en Estados Unidos
Famosos que se irán de EE UU... o no
Muchos personajes públicos afirmaron que de ganar Donald Trump se verían obligados a emigrar a Canadá y España. ¿Bravuconada o realidad? Antes del 20 de enero deberán tomar una decisión.
Muchos personajes públicos afirmaron que de ganar Donald Trump se verían obligados a emigrar a Canadá y España. ¿Bravuconada o realidad? Antes del 20 de enero deberán tomar una decisión.
Puede que fuera una bravuconada del momento o algo que realmente están dispuestos a cumplir, pero lo cierto e irrefutable –por mucho que le pese a la mitad del país– es que Donald Trump ocupará el Despacho Oval de la Casa Blanca el 20 de enero y que todos aquellos personajes públicos que dijeron que se marchaban a Canadá tendrán que tomar ahora una determinación.
La lista es extensa, comenzando con Barbra Streisand, que durante toda la campaña presidencial ha apoyado con vehemencia a Hillary Clinton y que organizó eventos con el fin de recaudar dinero para la demócrata. Fue de las primeras en mencionar la opción de Canadá como vía de escape si ganaba Trump. Parece improbable, porque lleva muchos años en Malibú, un buen refugio frente a la realidad del resto del país. También se han sumado Bryan Cranston, Miley Cyrus, Cher, Lena Dunham y Amy Schumer, por nombrar a algunos. La cuestión es comprobar si realmente son capaces de tomar una medida tan drástica por principios o si se mantendrán en silencio al respecto para no tener que dar explicaciones.
En el caso de Lena Dunham, la guionista y protagonista de «Girls», la serie de HBO, la mudanza parece ya un hecho. Hace unas semanas dijo que las probabilidades de mudarse al país del norte eran del cien por cien en caso de una victoria de Donald Trump. «Adoro Canadá. Creo que es un gran lugar y hay un área en Vancouver que encuentro muy bonita y atractiva, y desde donde puedo llevar mi negocio», indicó.
España, otro destino
Para Schumer, protagonista de «Y de repente tú», España parece ser la mejor opción. «Mi interpretación cambiaría puesto que tendría que aprender español al mudarme allí. La verdad es que va más allá de mi entendimiento que Trump pueda ganar. Es demasiado loco». Lo de Schumer suena a uno de los chistes que la han hecho popular en los últimos meses, pero Chelsea Handler podría haberse preparado aún mejor para la ocasión. Ya ha anunciado que tiene comprada una casa en otro país y que se marcharía si fuera necesario.
No parece que vaya a ser el caso, puesto que en su «talk show», que se emite a través de Netflix, «Chelsea», la actriz señaló que estaba dispuesta a seguir luchando como habría hecho Hillary Clinton tras encajar la derrota más dolorosa de su vida. Handler no pudo contener las lágrimas en una emotiva charla con la senadora por California Barbara Boxer y también se decantó por España. «Realmente me quiero mudar allí ahora mismo», admitió.
El más contundente de toda la lista, quizá, fue el afroamericano Samuel L. Jackson, que en el programa de Jimmy Kimmel dijo: «Si ese hijo de puta se vuelve presidente, yo muevo mi negro culo a Suráfrica». Habrá que esperar a ver si es cierto. Más calmada fue la reflexión de Whoopi Goldberg: «Quizá sea el momento de marcharme. Es algo que me puedo permitir».
Ya en clave de humor, el comediante George Lopez especuló con la idea de una victoria de Trump. En ese caso, dijo, el nuevo presidente no tendría que preocuparse por el tema migratorio, «porque todos nos iríamos». En agua de borrajas, la atrevida amenaza de la jovencita y díscola Miley Cirus. «Debemos aceptar a todos por lo que son y, Donald Trump, te acepto como el presidente de Estados Unidos», manifestó la cantante tras el resultado electoral. Eso sí, llorando desconsoladamente.
Keegan-Michael Key y Neve Campbell lo tendrían más fácil, puesto que ambos son ciudadanos canadienses, con Cranston de vecino. En su momento, dijo que se tomaría unas vacaciones permanentes en Vancouver. Tendrá que conseguir el consiguiente permiso de residencia, algo que no va a resultar sencillo para muchos después que el portal de Inmigración y Ciudadanía canadiense colapsara por la cantidad de visitas de gente tratando de conseguir información el martes por la noche. La avalancha puede ser real ante el miedo de tantos a lo que pueda pasar con una presidencia en manos del magnate de las declaraciones incendiarias. No es algo nuevo, ya que con la elección de George W. Bush en 2000 también se disparó la inmigración hacia Canadá. El hecho de que esta vez hayan sido numerosos los famosos que han manifestado su deseo de marcharse puede haber contribuido a acentuar la tendencia. Es el país de moda para salir corriendo ante esta «hecatombe» que parece que se cierne sobre las cabezas de los estadounidenses. Canadá... y España.
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