Vacaciones
Los Reyes, sin vacaciones secretas
El círculo cercano a Felipe VI hace cábalas sobre cómo cuadrar las vacaciones de los Reyes ante la difícil negociación para formar gobierno tras el 26-J que dibujan las encuestas. Mañana se cumple el segundo aniversario de su proclamación, y la Casa del Rey no tiene programado ningún acto conmemorativo porque podría interpretarse como una frivolidad: «Aquí las celebraciones son las de la tarea diaria»
Don Felipe y Doña Letizia cumplen mañana dos años desde la proclamación.. Será un aniversario sin festejos. De nuevo, la agenda pendiente de unas postelecciones en las que Felipe VI juega un papel crucial.
Mañana Don Felipe y Doña Letizia cumplirán dos años como Reyes de España. Un aniversario que llega inmerso en medio de una convulsión política que ha condicionado su reinado: tres rondas de consultas convocadas por un Rey por primera vez en la historia, viajes al exterior cancelados... Y vacaciones en el aire, si se permite esta nota de color. Si tras el 26-J los partidos consiguen llegar a un acuerdo de gobierno, Don Felipe podría apurar plazos y, tras la convocatoria de las Cortes el día 19 de julio, iniciar la ronda de consultas para proponer candidato y que el pleno de investidura estuviera resuelto para finales de mes. En ese caso, los Reyes pasarían, como es costumbre, unos días en Palma de Mallorca para entregar los trofeos de la Copa del Rey y el tradicional despacho con el presidente del Gobierno, y tendrían que estar en Madrid a principios de agosto para la jura de gobierno y la apertura solemne de la legislatura. Es decir, su escapada «secreta» a algún lugar de la Tierra que acostumbran a hacer estaría más que limitada. En caso de que ningún candidato resultase investido, el monarca tendría que volver a convocar otra ronda de consultas. Desde el entorno del Rey se bromea: «Acabaremos haciendo las consultas en Marivent». No obstante, no es un escenario con muchas posibilidades, aunque antiguamente sí podría haberlo sido, durante el reinado de Don Juan Carlos, cuando toda la Familia Real se instalaba en Marivent un mes entero, y el Rey Emérito dispuso un despacho de trabajo en el que recibía continuas visitas, que él bautizó como la «diplomacia de verano». Con toda probabilidad, aunque desde Zarzuela no se informa al respecto, la serie de encuentros políticos tendría lugar en el Palacio de la Zarzuela, ya que después informarían de su encuentro con el Jefe del Estado en el Congreso de los Diputados, según el protocolo que se ha mantenido en las anteriores ocasiones.
- Sin cabida para «fastos»
Si la situación política no permite al Rey tener la cabeza en las vacaciones, tampoco en actos conmemorativos de su proclamación.
Zarzuela no tiene nada previsto en agenda para conmemorar la entronización de los Reyes. A pesar de que la efeméride «caiga» en domingo, tampoco la agenda de la próxima semana tendrá reservado un espacio para hacer algún acto especial, como sí sucedió el año pasado. Don Felipe y Doña Letizia entregaron las condecoraciones a la Orden del Mérito Civil, y por ser el aniversario el Monarca quiso que se entregaran en el Palacio Real. Unos galardones en los que se premió a héroes anónimos haber contribuido con alguna «gesta» a la sociedad, como la mariscadora Alicia, quien con su trabajo contribuyó a la «igualdad profesional de las mujeres y los hombres del mar». Toda una declaración de intenciones: un año después, la conexión con la ciudadanía seguía siendo prioritaria. Independientemente de que dos años no supongan una fecha «redonda» –no se ha cumplido un lustro o es el décimo aniversario–, el complicado momento político no invita a demasiados pronunciamientos. Fuentes cercanas aseguran que a una semana de que se celebren los nuevos comicios, darse protagonismo podría valorarse como una frivolidad, a pesar de que hay quien considera que un acto como el del pasado año ayudaría a dar una imagen de estabilidad en un momento político tan incierto. «Ha sido un año de ejercicio de mis funciones constitucionales en el que he trabajado con lealtad al juramento que presté, he puesto todo mi empeño en honrar los compromisos asumidos en mi discurso de proclamación y he reafirmado mi vocación de servicio a todos los españoles», aprovechó Don Felipe para hacer balance en aquella ocasión. Este año, tampoco está previsto un mensaje institucional. «Perfil plano», zanjan en Zarzuela. «Aquí las celebraciones son las de tarea diaria», añaden.
La abdicación de Don Juan Carlos fue histórica: a pesar de que su abuelo, Alfonso XIII, renunciase a la Corona, por primera vez un heredero asumió el trono no por un acontecimiento externo, como pudo ser la llegada de la Segunda República, sino porque un Jefe de Estado consideró, por voluntad propia, que había llegado su momento. «Hoy merece pasar a la primera línea una generación más joven, con nuevas energías, decidida a emprender con determinación las transformaciones y reformas que la coyuntura actual está demandando», fueron palabras de Don Juan Carlos el 2 de junio de 2014, día en que se dirigió los españoles para anunciar su renuncia al trono. Felipe VI asumió así la misión de ser capaz de conectar la Corona con la sociedad, en plena muerte de una corriente «juancarlista» vividora de las rentas de su papel en la Transición, y la emergencia de una «nueva política» que no apunta a garantizar la continuidad de la Monarquía simplemente por su legado histórico.
Durante estos dos años, los Reyes se han esforzado por transmitir una imagen de unidad y estabilidad familiar, con el también objetivo de silenciar los rumores que, siendo aún Príncipes de Asturias, hablaban de crisis entre ellos. Hace un año, con motivo del aniversario de la proclamación, la Casa del Rey difundió un vídeo para retratar un día cualquiera en la vida de Don Felipe: a la vuelta de un viaje oficial a Aquisgrán, el Monarca es recibido en el helipuerto del Palacio de la Zarzuela por Doña Letizia, la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía. En el recorrido de vuelta a la residencia, suceden divertidas anécdotas, como cuando la hija menor de Don Felipe hace la siguiente observación tras escuchar a su padre que él no había entregado el premio Carlomagno a Martin Schulz: «Yo creía que tú trabajabas dando premios». En los últimos meses, las hijas de los Reyes han tenido una mayor presencia pública, siendo los partidos de la «Champions League» la excusa perfecta: primero, Leonor acompañó a su padre al estadio Vicente Calderón, y después, Sofía hizo lo propio en el Bernabéu. También el fútbol propició una imagen unida de los propios Reyes: el pasado 22 de mayo, durante la final de la Copa del Rey, la Reina estuvo al lado de su marido durante el polémico partido por la pitada al himno de España.
Los viajes cancelados por el periodo electoral
Los Reyes podían haber realizado dos viajes de Estado este año. Uno de ellos, el de Reino Unido –programado para el 8 de marzo–, era de vital importancia y de difícil recuperación, ya que la Casa Real británica sólo recibe dos visitas al año. Además, es el primero que la monarquía española realiza a Reino Unido en 30 años. El viaje a Japón y a Corea estuvo previsto para mediados del mes de abril, una visita que tienen pendiente desde que son Príncipes de Asturias y que está maldita, ya que no es la primera vez que se ha tenido que cancelar. Según informan desde la Casa del Rey, la recuperación de estos viajes internacionales corre a cuenta del Ejecutivo, aunque sea en funciones, al igual que la cancelación.
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