Papel
Un «chasis» reparado
A través de la prensa y de los medios informativos, venimos conociendo la intensa actividad que desarrolla nuestro Rey Emérito, institucional y personal, tanto en España como en el extranjero. Su afición gastronómica le ha impulsado a realizar un amplio periplo que abarca los mejores restaurantes del país y ha participado en eventos como el Premio de España de Motociclismo recientemente celebrado en Jerez, entregando trofeos como el de ganador de moto GP a Jorge Lorenzo. Tiene una vitalidad asombrosa.
A los ojos de un profano parece algo milagroso el que haya superado un estado de salud precario a una edad difícil. A mi juicio, a ello han contribuido dos factores: la estabilidad mental proporcionada por la ausencia de preocupaciones inherentes a su cargo y, sobre todo, por haberse resuelto satisfactoriamente dos afecciones médicas ortopédicas ciertamente invalidantes, como son los cambios degenerativos lumbares y la infección de la cadera. Además del dolor, ambos procesos provocan una discapacidad importante para caminar y desenvolverse en la vida diaria. Además, la infección de la cadera ponía incluso su vida en peligro, por el riesgo de una diseminación de esa infección. Afortunadamente, las técnicas ortopédicas actuales, como se comprueba en este caso, pueden resolver la mayoría de estos problemas de modo satisfactorio. Cuando esto se logra, el «chasis» del organismo queda satisfactoriamente reparado a expensas de mantener un buen «motor», como parece ser el caso. Los riesgos de que estas dolencias revivan son remotos y el tiempo juega a su favor a corto plazo.
*Traumatólogo y ex presidente de la Sociedad Española de Cirugía Ortopédica
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