Casas reales

Una agenda ajustada para una niña que todavía no camina sola

La princesa, de 16 meses, estrena agenda oficial y viajará durante siete días con sus padres y su hermano George a Canadá, país que se prepara para celebrar su 150 aniversario

Una agenda ajustada para una niña que todavía no camina sola
Una agenda ajustada para una niña que todavía no camina solalarazon

La princesa, de 16 meses, estrena agenda oficial y viajará durante siete días con sus padres y su hermano George a Canadá, país que se prepara para celebrar su 150 aniversario

Con apenas un año de vida, la benjamina de la casa Windsor ya ocupa uno de los puestos más estratégicos dentro de la Casa Real británica. Cuarta en la línea de sucesión al trono, la pequeña princesa Charlotte de Cambridge estrena hoy agenda oficial, convirtiéndose así en la embajadora más joven de Isabel II en el exterior. La hija menor de los duques de Cambridge debuta como miembro de la agenda institucional de una de las casas reales con mayor historia del mundo. Charlotte se ha convertido ya en una de las figuras con mayor popularidad dentro de su familia.

El gran tirón mediático que le acompaña desde su nacimiento la convierte en uno de los mejores antídotos de la familia real británica para compensar los bajos índices de popularidad de algunos de sus miembros y combatir la falta de tirón de la corona en varios países miembros de la Commonwealth.

Crisis de imagen

Desde hace años, algunos de estos países se plantean la salida de la unión por falta de fe en el buen hacer de los sucesores de Isabel II. Sin embargo, Charlotte se ha postulado como una de las grandes soluciones para afrontar la crisis de imagen que los Windsor están atravesando en estas regiones que se extienden por todo el mundo.

De hecho, en la última lista que elabora la revista «Tatlet» de las personas «que realmente importan», Charlotte ya a los ocho meses pasó a encabezar el ránking por delante de su madre, Kate Middleton, mientras que el duque de Cambridge figuraba en tercer lugar; George era el cuarto, y la reina Isabel II, la quinta. Este es el principal motivo por el que desde Kensington Palace han creído conveniente que George y Charlotte (de tres y un año, respectivamente) asuman su responsabilidad para con la corona y comiencen a acompañar ya a sus padres en sus viajes oficiales. Pura estrategia de Estado.

Aunque, dentro de esta participación tan temprana, también influye que a Kate Middleton no le agrada en exceso separarse más de un par de días de sus hijos, lo cierto es que la estrategia detrás de este tipo de apariciones públicas está siendo muy medida por los altos responsables de la comunicación e imagen de la familia Windsor.

Charlotte se estrena por todo lo alto: una gira de siete días junto a los duques y su hermano por varias zonas de Canadá. Participarán en actividades y actos en cinco ciudades diferentes durante la semana que durará la gira. Una agenda ajustada para una niña que aún casi no camina sola. Invitados por el primer ministro, Justin Trudeau, ya que el país se prepara para celebrar su 150 aniversario, la familia al completo aterrizará hoy en Victoria, en la Columbia Británica. En esta ciudad instalarán su base de operaciones –viajando con niños tan pequeños es mejor mantener una residencia fija–, aunque aún no se han desvelado muchos detalles acerca de su alojamiento por motivos de estricta seguridad.

Desde allí, viajarán diariamente a cada una de las cinco ciudades previstas en el itinerario preparado por Kensington Palace y el Gobierno canadiense. Según confesó hace algunas semanas Trudeau, el príncipe Guillermo le habría solicitado personalmente que incluyera en la agenda actividades relacionadas con los animales y la naturaleza, incluida una mañana o una tarde de pesca junto a su hijo George.

Por ello, como ha ido desvelando la prensa local durante los últimos días, los pequeños tendrán la oportunidad de disfrutar en la reserva india de Bella Bella (o Waglisla), en el bastión norte de Vancouver, y de los increíbles paisajes de Haida Gwaii (antiguamente denominadas las islas Reina Charlotte). También visitarán la selva del Gran Oso, donde es posible vislumbrar ballenas, leones marinos, osos y lobos en su entorno natural.

La expectación que ha generado este viaje en Reino Unido desde hace semanas no hace más que aumentar cada día. No sólo porque Canadá es uno de los países con mayor peso histórico dentro de la unión y también uno de los más escépticos en cuanto a su continuidad, sino porque para los duques de Cambridge ha ido adquiriendo a lo largo de su vida en común cada vez más peso: fue el primer lugar que visitaron después de casarse y también el que supondrá la presentación internacional de su hija menor. También ha sido el más visitado por Isabel II (hasta en 22 ocasiones) y donde la última vez que viajó fue abucheada por varios colectivos contrarios a la permanencia en la mancomunidad de naciones que ella misma lidera.

La bisnieta favorita

Los rumores apuntan, además, a que es la bisnieta favorita de la monarca, por lo que aún se espera con mayor intensidad la llegada de las primeras imágenes de la princesa como embajadora oficial de la corona. Como la bisnieta más directa en la línea de sucesión y la primera princesa que nace en la monarquía británica desde hace 25 años, lleva el nombre de la reina. Charlotte Elizabeth Diana fue como se la bautizó. Los tres nombres fueron elegidos como un homenaje a su abuelo y heredero al trono, Charles; su bisabuela, Elizabeth, y su abuela, la princesa Diana. Es más, la soberana no disimula su devoción por ella y la colma de regalos cuando los duques y sus hijos pasan unos días en alguno de sus palacios, según la misma Kate ha contado. Aunque para Charlotte esta gira supone la primera vez que participe en un viaje oficial, su hermano George ya es todo un experto: fue el gran protagonista durante el viaje que sus padres realizaron hace dos años a Australia y Nueva Zelanda, precisamente con el mismo propósito de fortalecer la imagen de la monarquía en esos países.

El ropero de una princesa «Marca España»

Uno de los aspectos más esperados y comentados de las apariciones públicas de la pequeña de los Cambridge es el relacionado con los vestidos y conjuntos que luce. Sobre todo, en España. La razón: se ha convertido desde su primera aparición pública (con apenas nueve horas de vida) en una de las embajadoras más aclamadas de la moda española fuera de nuestras fronteras. Charlotte ha protagonizado cuatro posados importantes, tres de ellos a cargo de su madre, gran aficionada a la fotografía. En todos lucía diseños firmados por marcas infantiles patrias con una marcada línea clásica (punto en color hueso, en la primera imagen, vestidos con florecitas de liberty y nido de abeja).

Las firmas favoritas de Kate son la vasca Irulea (una de las preferidas de la Duquesa de Alba para la ropa de casa) y la vallisoletana M&H. La primera fue la elegida para que llevase sus modelos Charlotte en sus dos primeras apariciones públicas (en ambos lució un conjunto de cuatro piezas trabajado a mano) y la segunda, la que la ha vestido en sus otros tres posados importantes (el primero en solitario, junto a su abuela fotografiada por Anne Leibovitz y en el de su reciente primer cumpleaños).

Otra de sus elecciones más frecuentes es Amaia Kids, una tienda regentada por una española en Chelsea y donde los duques de Cambridge suelen comprar leotardos para Charlotte, pero, sobre todo, pantalones y blusas para el príncipe George.

Irulea

El conjunto de su segundo posado, de punto en color hueso de la firma, está valorado en 233 euros.

M&H

Los vestidos de la princesa son de la firma M&H, ambos de nido de abeja (39 euros), la rebequita rosa de Pepa & Co (42) y leotardos de canalé en el mismo tono de Amaia Kids (11).

Amaia Kids

El vestido de Charlotte para el retrato histórico del 90 cumpleaños de Isabel II también es de M&H (29,90) y los leotardos, a juego con la rebeca, de rosa sucio, son de Amaia Kids.